Mi primer artículo de este año nuevo que empieza, va dirigido a todos aquellos que han pensado realizar algún cambio en sus vidas. Nuevos propósitos para poder alcanzar el equilibrio emocional y ser más felices. La felicidad como concepto es algo tan abstracto y tan difícil de conseguir, que puede que intentar acercarse a un sentimiento interno de bienestar sea suficiente para sentirnos lo más felices que podamos.
Mis consejos para que puedas conseguir un mayor equilibrio en tu vida serían:
Conócete a ti mismo. Creemos saber cómo somos, pero no siempre es así. Puede que no nos demos cuenta de cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades. ¿Haces suficiente autocrítica? El primer paso para construir unas relaciones sólidas con las personas de nuestro entorno, es analizar en qué podemos fallar a veces. Puede que no siempre seamos amables o que contestemos mal cuando nos frustramos, o que nos enfademos por tonterías. Ser conscientes de nuestros defectos es el camino para poder pulirnos a nosotros mismos antes que a los demás. Centrar tus esfuerzos en mejorarte a ti como persona te va a dar mejores resultados que intentar cambiar a los demás.
Simplifica tu vida. ¿Cuáles son los cuatro o cinco puntos imprescindibles en tu vida? Piénsalo por orden, puede que tener un trabajo que te guste o tener una buena relación con tu pareja. Decide qué puntos son imprescindibles para ti, para ser feliz y céntrate en esos puntos. A veces nos perdemos en el día a día en cosas sin importancia y perdemos mucha energía. Focalizarse en lo importante te va a liberar.
Ten un propósito. ¿Cuál es tu propósito en esta vida? Haz que tu vida cuente, que merezca la pena. Hay personas que han nacido para hacer grandes descubrimientos y aportaciones a la humanidad. Otras personas nacen para hacer felices a otros en pequeños momentos, como cuando alguien te sirve en un restaurante con una sonrisa, o por ejemplo, esa enfermera que te cuida y es amable en una prueba médica. Todas las aportaciones son iguales de importantes y necesarias. Si sientes que puedes aportar algo positivo a ti y a otros, te va a dar un sentimiento de bienestar inimaginable.
Cuídate con esmero. Puede que sea hora de prestar atención a esos achaques de salud que vas arrastrando, como ese dolor de espalda o esas migrañas que te dejan sin fuerzas de vez en cuando. Puedes empezar a ir a pilates o a yoga, ir a caminar o incluso empezar a meditar en un lugar tranquilo o escuchar música relajante dos o tres veces por semana en tu cuarto sin que nadie te moleste.Cuídate, mímate y verás como ello repercute en tu vida a corto y largo plazo.
No te compares con otros. El ser humano es muy dado a compararse con otros, sobretodo si esos otros tienen una mejor situación personal o económica. Mi consejo es que intentes no hacerlo. Cada uno de nosotros tenemos una evolución personal muy específica y nuestro camino no es comparable a otros. Tener referentes a quienes admirar, es muchas veces positivo para coger impulso. Pero si sientes que compararte con otras personas te genera pensamientos negativos y frustración, no lo hagas. Ese tiempo puedes emplearlo en planificar cómo mejorar en aquellos aspectos en los que estás atascado. Si te centras en mejorar tu vida también empezarás a notar resultados pronto.
Céntrate en tu presente. Hay muchas personas enrocadas en situaciones del pasado y otras muy centradas sólo en cómo será su futuro. Planificar el futuro es positivo, pero no debes descuidar tu presente, tu ahora. ¿Cómo puedes mejorar tu vida en estos momentos? Disfruta cómo es tu vida ahora, todo cambia, todo pasa y a veces los momentos presentes pueden ser los más felices de nuestras vidas y no darnos cuenta hasta que todo cambia.
Minimiza tus miedos. El miedo es nuestro peor enemigo. A veces, nos paraliza y no nos deja avanzar. Vive tu vida intensamente, y dependiendo del momento por el que estés pasando no tengas miedo. Todo pasa por un motivo, aunque no lo veamos en algunas situaciones. En nuestra vida viviremos momentos increíbles de alegría y otros de profunda tristeza, pero que el miedo a vivir no sea tu compañero, que aparezca solo de vez en cuando y que sepas enfrentarlo.
Pide ayuda. No estás sólo. Siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte sea cual sea tu problema. Déjate ayudar si sientes que por ti mismo no puedes, ya sea ayuda profesional o de alguien cercano. Pedir ayuda es también una muestra de valentía y de aceptación del momento presente. Intenta abandonar el victimismo y la autoqueja constante por un rol más asertivo y emponderado. Toma las riendas de tu bienestar.
Sea cual sea el momento en el que te encuentres ahora mismo te deseo la fortaleza necesaria para poder encontrar el camino de tu felicidad. ¡¡Feliz 2024!!
“Iré a cualquier parte, siempre que sea hacia delante.” David Livingstone, (1813-1873), médico, explorador y misionero británico.
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