El debut del joven Rafita con el Málaga CF y el éxito internacional del técnico Álvaro Reina reflejan el talento y el esfuerzo que brotan desde la Axarquía hacia el fútbol de élite.
Hay historias que emocionan porque nos recuerdan que los sueños se cumplen cuando hay trabajo detrás. Que el fútbol, más allá de los focos, también se escribe desde la constancia y disciplina personal, muy trabajada también desde la Axarquía en las numerosas escuelas de fútbol que tenemos con acento axárquico. En apenas unos días, dos nombres propios han puesto a nuestra comarca en el mapa del fútbol nacional e internacional: Rafita Garrido Hierro, el joven torreño que debutó con el primer equipo del Málaga CF, y Álvaro Reina Gómez, natural de Benamargosa y de calado veleño, que forma parte del cuerpo técnico de Julen Lopetegui en la selección de Catar, recién clasificada para el próximo Mundial.
Lo de Rafita tiene ese aroma de historia bonita, casi de guion de película. De salir de su tierra para jugar en el Puerto Malagueño como cadete, pasar de nuevo en Vélez-Málaga por la Escuela Francisco Castejón y después al San Félix, entonces vinculado al Málaga CF, hasta llegar al Juvenil A del propio Málaga CF y al Atlético Malagueño. Su crecimiento ha sido constante, silencioso y sólido. El fútbol le cambió la posición, de delantero en sus inicios a lateral derecho en la actualidad, pero no la ilusión. El destino quiso que debutara en un campo histórico como El Sardinero, y que su primer partido en La Rosaleda fuese nada menos que frente al líder, el Deportivo, completando un partido perfecto y contribuyendo a una victoria memorable (3-0), teniendo que marcar al mejor jugador de la categoría como el delantero del Dépor, Yeremay.
Un sueño cumplido para él y para su familia, especialmente para su padre, también conocido como Rafita en el ámbito futbolístico, y que defendió los colores del Vélez CF en los años noventa en 2ª B, además de jugar otros tantos años en su UD Torre del Mar. La historia se repite, pero con un nuevo brillo: el hijo que recoge el testigo y da pasos firmes en el fútbol profesional. Desde Torre del Mar a Martiricos, con humildad y trabajo, representando a toda una generación de jóvenes que sueñan con vestir la camiseta blanquiazul.
Y mientras Rafita vive su momento de ilusión, otro axárquico, Álvaro Reina, demuestra que también desde los banquillos se puede llegar muy lejos. Lo recuerdo en los grupos juveniles de la parroquia de San Juan en Vélez-Málaga donde incluso fue monaguillo, a estar enrolado en grandes clubes que le han llevado hoy, al banquillo de una selección mundialista. Reina, de 45 años, es ahora ayudante de Julen Lopetegui en Catar, que ya ha conseguido la clasificación para el Mundial 2026. Su trayectoria es un ejemplo de profesionalidad discreta al lado de técnicos como Dely Valdés que lo llevó a la selección de Panamá, o ex del Málaga donde comenzó como Muñiz o Juande Ramos. Tras culminar sus estudios de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, compaginó su labor formativa en universidades con la de analista de fútbol, primero en el Málaga, pasando por Levante, Alavés, Alcorcón, el Dnipro ucraniano o el Watford y el Huddersfield Town en Inglaterra. Su experiencia anterior en el ámbito de selecciones la encontramos con la de Panamá como comentamos anteriormente y su última experiencia en el fútbol español sería con el Valencia CF, siempre trabajando en la sombra, pero dejando huella.
Dos caminos distintos, un mismo espíritu. Rafita y Álvaro son el reflejo de que la Axarquía respira fútbol por los cuatro costados, que aquí se trabaja con pasión, sin alardes, pero con la fe puesta en que el esfuerzo tiene recompensa. Continuidad de aquellos otros que nos ilusionaban hace unos años como nuestros representantes en el fútbol de élite como Esteban Vigo, mi primer gran referente en el fútbol de élite como veleño, que llegó a ser internacional olímpico como jugador muchos años del FC Barcelona al lado de Maradona, adonde llegaba tras formarse en la cantera del Vélez CF y debutar con el CD Málaga donde se retiraba como jugador, y después desempeñaría una gran etapa también como entrenador dentro y fuera de nuestras fronteras. Llegaba después la zaga de los Hierro, primero Antonio, después Manolo y nuestro máximo estandarte Fernando Ruiz Hierro, que incluso fue seleccionador nacional en una cita europea, y miembro de la secretaría deportiva de la selección española campeona del mundo de 2010. Paralelamente a la primera etapa, encontramos a Antonio Vara, como el más antiguo, y después llegaron al fútbol de élite Carlos Tello en el Betis, Granada y Málaga, principalmente, retirándose en el Vélez CF donde comenzaba una carrera espléndida como entrenador en nuestro primer equipo. También Juan Azuaga desde Torre del Mar, que debutaba en aquel 6-2 del Málaga al Real Madrid que vi como espectador en la grada de Gol, con años de calidad en el Hércules. Llegó a debutar también en el Málaga, el torreño Miguel Burrezo. Otros quedaron como firmes promesas como Adolfo Moyano “Popo”, David Pino o el nerjeño Juanjo Bautista, entre muchos otros de nuestra prolífera cantera. Los últimos en llegar fueron los hermanos Emilio y sobre todo Javi Guerra. También tuvimos referentes en el fútbol femenino como la algarrobeña María José con aquel triplete del Málaga, la veleña Vito Checa, entre otras y donde contamos en la actualidad con la almachareña María Ruiz con experiencia en la Liga F con varios equipos, en la actualidad en el Real Betis.
Ojalá sigan apareciendo más nombres, más historias, más ejemplos de que desde nuestra tierra también se puede soñar en grande. Porque el fútbol, al fin y al cabo, también se juega con corazón, y el nuestro, el de la Axarquía, late fuerte. Felicidades a nuestros protagonistas de hoy y mucha suerte en el futuro que les queda por escribir.
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