Albert Einstein dijo una vez: “Todo el mundo es un genio, pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar a un árbol vivirá toda su vida creyendo…que es estúpido”
Cualquier padre con dos o más niños sabe que no somos iguales, que los hijos son cada uno diferente del otro, que cada cual tiene una capacidad o habilidad distinta, distintas fortalezas y dones, sueños e inteligencias. No juzguemos entonces a los hijos comparándoles con otros, ni esperemos que su evolución en la escuela sea igual a la de su compañero.
La enseñanza es tarea que no acaba nunca, los profesores tienen el trabajo más importante del planeta y el equipo padre-profesor no siempre está unido. Es importante tener informados a los maestros de los intereses o dificultades de los niños y, a la vez, interesarnos por la labor del profesorado, así como tener en cuenta sus opiniones, sobre todo ante situaciones difíciles. Solemos hablar a menudo equivocadamente del oficio del maestro, como aquel de cómodo horario o sus largas vacaciones… sin embargo hablamos poco de la responsabilidad de su trabajo y la tensión diaria que sufren.
Ser agradecidos es la mejor forma de enseñar a los hijos a serlo. El elemento clave en este equipo se llama confianza.
Algo que va mucho más allá de las calificaciones, es la labor de la educación que se transmite del profesor al alumno, esta debe ser reconocida y apoyada por los padres, porque sin su confianza, sembrarán la desconfianza en sus hijos, dificultando su desarrollo. Los niños pasan cerca de ocho horas todos los días en el centro educativo, en ese tiempo los profesores tienen la gran responsabilidad de poner todos los medios para facilitar el aprendizaje de los contenidos establecidos por la ley. Durante este tiempo también se convierten en figuras de referencia para los alumnos, transmitiendo valores que les servirán para moverse por el mundo.
En este marco de trabajo debe haber un consenso y un acuerdo sobre qué objetivos se tratan de alcanzar. Los padres además tienen un conocimiento diferente y complementario del de los profesores que puede ser de gran ayuda a la hora de superar dificultades, de manera que se conviertan en aliados del profesor para ayudar a los alumnos a progresar en su aprendizaje. Afortunadamente por lo general el niño va aprendiendo y mejorando cada día, algo que los padres, desbordados de obligaciones y faltos de tiempo agradecen.
Deja una respuesta