El falso pimentero o especiero (Schinus molle), es un árbol (macrofanerófito) perennifolio, de la familia Anacardiaceae, originario de la región neotropical (Centro y Sudamérica, algunos lo sitúan al sur de Brasil), que alcanza hasta 10 m de altura (excepcionalmente llega a 25 m). Hojas imparipinnadas, de 10-30 cm de longitud, con 17-41 folíolos opuestos o alternos, lanceolados, ligeramente arqueados, agudos o acuminados en el ápice y generalmente mucronados. Flores unisexuales o hermafroditas, pentámeras, dispuestas en panículas terminales de 6-30 cm de longitud. A veces existen también inflorescencias axilares más cortas en la axila de las hojas superiores. Sépalos de ovados a semiorbiculares, obtusos. Pétalos estrechamente ovados, de unos 2 mm de longitud, blanquecinos. Fruto en drupa globosa de 4-7 mm de diámetro, de color rosáceo o púrpura en la madurez. Semillas redondas, de 3-5 mm de diámetro.
Esta planta aparece en ambientes diversos, como matorrales, cunetas, eriales, ramblas, terrenos rocosos, etc.) sobre todo en zonas áridas. Florece en mayo y junio, aunque en zonas con clima muy cálido e inviernos benignos puede florecer durante casi todo el año. Se reproduce por semilla, que es dispersada por los pájaros (ornitócora), aunque también por vía asexual, pues los esquejes enraízan con facilidad. Presenta un crecimiento bastante rápido.
Se trata de una planta adaptada a climas cálidos y secos, por lo que es muy termófila, muy resistente a las altas temperaturas y a la sequía, pero bastante sensible a las heladas y a las fuertes oscilaciones térmicas, lo que restringe su área de dispersión por el litoral. Se adapta a un amplio espectro de suelos, aunque en las zonas de nuestro país donde aparece el substrato es de naturaleza calcárea.
Es una planta ampliamente utilizada por la medicina tradicional. A su corteza y resina se les ha atribuido propiedades tónicas, antiespasmódicas y cicatrizantes. La resina se ha utilizado para aliviar la caries. Los frutos frescos en infusión contra la retención de orina. Las hojas hervidas como analgésico, cicatrizante y antiinflamatorio de uso externo y las hojas expuestas al sol como cataplasma para aliviar el reumatismo y la ciática. En otros usos, la semilla se emplea como “pimienta rosada”. Al frotarse en la piel genera una sustancia que aleja a los mosquitos y de las hojas se extrae un bálsamo utilizado como dentrífico, perfume y jabón. Finalmente, las hojas se han utilizado para obtener tintes naturales en la región andina. Sin embargo, en los países donde se ha importado ha sido con un fin ornamental, apareciendo con frecuencia en parques y calles de las zonas más cálidas de la costa mediterránea.
Este árbol fue introducido en nuestro país de manera intencionada como árbol ornamental y también por la fascinación que produjo en los conquistadores españoles los múltiples usos que hacían de él los indios en Perú. La primera referencia científica a la existencia de esta especie en España es del año 1902. No obstante, debió introducirse mucho antes, seguramente por los propios conquistadores españoles tras las primeras exploraciones del continente americano. Hoy en día está presente con carácter invasor, con un impacto ecológico, porque tiende a formar densas masas monoespecíficas que desplazan a la vegetación nativa, reduciendo la biodiversidad tanto vegetal como animal, en este último caso debido a la desaparición de las fuentes de alimento habituales de los herbívoros. También tiene un impacto social, ya que las hojas pueden producir dermatitis en personas sensibles, debido a la presencia de una resina muy olorosa. Las semillas son tóxicas, lo que ha provocado algunas intoxicaciones en niños que las han comido, ya que el aspecto de los frutos es atractivo y puede inducir a comerlo.
En España se han detectado bastantes poblaciones en las islas Canarias, llegando a ser un problema ambiental. En la Península Ibérica por ahora sólo se conocen algunas localidades en el litoral mediterráneo. En Andalucía se ha citado en Almería y Málaga, y en esta última provincia las citas son de la Axarquía, más concretamente en el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Respecto al tratamiento, al ser una especie que solamente se reproduce por semilla, los métodos mecánicos muestran bastante eficacia. Como es lógico, resulta más fácil y sencillo eliminar las plantas cuando todavía son jóvenes, debiendo actuarse con decisión cuando se observen ejemplares asilvestrados. La retirada manual debe realizarse con las precauciones debidas ya que, como se ha dicho, es potencialmente irritante y tóxica. En cuanto al empleo de herbicidas, si ecológicamente resulta soportable y la gravedad de la invasión así lo aconseja, pueden emplearse los productos habituales para el control de leñosas.
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