La uña de gato, también conocida como uña de león, hierba del cuchillo, etc. (Carpobrotus edulis) es un arbusto suculento reptante de la familia Aizoaceae, originaria de Sudáfrica (Región de El Cabo), que crecen horizontalmente a ras del suelo. Sus hojas son opuestas, sésiles, semiamplexicaules, erectas o erecto-patentes, oblongas, subfalcadas o rectas, de sección transversal en triángulo equilátero, verdes, de 4-10 x 1-1 ,6 cm, algo adnatas en la base. Flores con aspecto de capítulo, de diámetro de 8-10 cm, generalmente amarillas o, más raramente, rosadas (C. edulis var. rubescens); 5 tépalos (los 3 externos de 2-4,5 cm y oblongos, los 2 internos más pequeños, con margen escarioso); estaminodios petaloideos amarillos o rosados, linear-lanceolados, ordenados en 3-4 verticilos; androceo con numerosos estambres al principio erectos y después convergentes hacia los estigmas, con los filamentos amarillentos; ovario ínfero, con 8- 16 carpelos; estigmas sésiles, radiales, subulados, plumosos. Fruto en drupa carnosa indehiscente, subglobosa, amarillenta y plurilocular. Semillas grandes, obovoides, ligeramente comprimidas, rodeadas de mucílago.
El hábitat típico de esta planta son los suelos arenosos, puesto que la planta es claramente psammófila, encontrándose en dunas y roquedos costeros, comunidades de matorral o bosque costero, casi siempre en los puntos donde ha sido degradado o más o menos próximo a viviendas. La floración es desde (enero) marzo a junio. La reproducción es sexual y también vegetativa , en este caso utilizando los nudos caulinares, que arraigan fácilmente en condiciones adecuadas. La diseminación es zoócora.
Es una especie adaptada a ambientes litorales, prefiriendo suelos arenosos o al menos con buen drenaje, no siendo tolerante al encharcamiento, ni a las heladas y las oscilaciones térmicas, exigiendo también buena insolación, no tolerando sobras densas. En cambio, es muy tolerante a la salinidad, a la sequía y a los vientos fuertes. Todos estos requerimientos ecológicos explican su tendencia a colonizar los arenales de playas del litoral andaluz.
Esta planta fue importada principalmente con fines ornamentales, y todavía hoy, a pesar de ser declarada como invasora, se sigue usando en xerojardinería asociada a urbanizaciones del litoral. Secundariamente empezó a usarse para fijar taludes. Desde el punto de vista medicinal tiene pocas aplicaciones, aunque se le han atribuido propiedades vulnerarias, demulcentes, astrintgentes y antisépticas, estando indicada para afecciones de la boca y de la piel. Su fruto es comestible, ligeramente mucilaginoso, dulce y algo ácido, comiéndose frescos y maduros, pero usándose también para gelatinas y mermeladas.
Su carácter invasor ha quedado plenamente demostrado en la facilidad con que ha colonizado gran parte del arenal de las playas de las provincias atlánticas de la región. Esto se debe a su adaptación ecofisiológica, a su capacidad de crecimiento clonal formando alfombras que impiden la ocupación del espacio por las nativas, facilidad de enraizamiento y regeneración a partir de cualquier fragmento y elevado vigor; modifica el hábitat costero fijando las arenas en los parches invadidos, dunas móviles o sub-embrionarias; en otras regiones del Globo se han observado variaciones importantes en los niveles de salinidad edáfica bajo los rodales de esta planta haciéndala no palatable para los herbívoros, hecho que beneficia su expansión. Por este motivo, se considera que su impacto es fundamentalmente ecológico, pues afecta a comunidades de alto valor ecológico, frecuentemente con endemismos, aunque se ha observado coexistiendo con otras especies autóctonas, como Lotus corniculatus, Ammophila arenaria, etc.
Costa de Huelva y zonas próximas en Cádiz
Esta especie muestra una clara preferencia por los arenales del litoral atlántico, de las provincias de Cádiz y Huelva (extendiéndose fuertemente en el Algarve portugués). Curiosamente se detiene a nivel del Estrecho de Gibraltar, pero en el Paraje Natural de los Acantilados de Maro se ha encontrado un rodal de una especie próxima (pero con hojas curvadas), también importada, Carpobrotus acinaciformis en el sotobosque de un pinar-lentiscar, aunque relativamente próximo a una vivienda, por lo que no se puede considerar aún que la especie se comporte como invasora, pues aún no está plenamente naturalizada en Andalucía.
Para su control se recomienda el tratamiento físico (arranque manual o mecánico), a pesar de ser un método arduo, pues la única forma de control posible es el arranque de todo el clon incluyendo los rizomas y la retirada de cualquier resto (en caso contrario , probablemente se reiniciará la invasión), seguida de una reintroducción de especies nativas. Preventivamente se debería impedir su uso en jardines próximos a estos hábitats. De este modo, a escala local la dificultad es de grado bajo y a escalas mayores, al no llegar a ser regional, es de grado medio.
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