La campanita, también llamada batatilla (Ipomoea indica) es una planta herbácea trepadora de la familia Convolvulaceae, originaria de la región neotropical (Sudamérica), cuyos volubles tallos puede alcanzar los 10 m de largo. Pubescencia a veces presente en tallos (pelos adpresos) y en las hojas (pueden llegar a ser densamente pelosas) y sépalos (pelos adpresos). Hojas alternas, lámina (5-9 cm de longitud) ovado-orbicular, con frecuencia trilobuladas (lo que la distingue del resto de especies naturalizadas en España y de las más frecuentemente cultivadas), de glabra a densamente pubescente, cordada en la base y con ápice acuminado y acompañada de un pecíolo (9 cm de longitud aproximada). Las flores pueden aparecer solitarias o en reducidos grupos dispuestos en cimas axilares. Flores con sépalos (1-2 cm de longitud) muy variables, de lanceolados a anchamente ovados, acuminados; corola (5-7 x 6-9 cm) violeta o azul oscuro (ocasionalmente blanca) infundibuliforme. Fruto en cápsula globosa (1 cm de anchura aproximada), algo achatada en el ápice, glabra, generalmente conteniendo 4 semillas pardas.
En nuestra región esta especie frecuenta ambientes antropizados (cunetas, taludes, alambradas, muros, etc.) y cursos de agua degradados (cañaverales, orillas de ramblas) . junio a noviembre. sexual y vegetativa (fragmentos de tallo y estolones, siendo la vía vegetativa la más frecuente en nuestras latitudes). La diseminación es autócora.
En cuanto a los requerimientos ecológicos de la especie, muestra una adaptación a climas cálidos con suficiente humedad edáfica, no tolerando climas continentalizados del interior de Andalucía, al no soportar las heladas ni las oscilaciones térmicas, ni tampoco las sequías que no tengan compensación hídrica. Tampoco tolera el encharcamiento y las sombras densas, aunque sí soporta bien los vientos fuertes, posiblemente porque su comportamiento voluble le independiza de mecanismos de resistencia al viento.
Seguramente fue importada por la belleza de sus flores y su adaptación para recubrir pérgolas y muros en zonas ajardinadas, y aún hoy día conserva este valor ornamental, a pesar de haberse demostrado su carácter invasor. También se considera una especie nectarígena, siendo muy apetecida por polinizadores Apidos. En sus lugares de origen se ha utilizado con fines medicinales, para el tratamiento de granos, picaduras. También se ha usado la flor o la semilla para matar ratas o cucarachas, al parecer por ser tóxica.
Esta especie hace tiempo que se ha advertido crecer espontáneamente en espacios alejados de los jardines, frecuentemente enredada en cañaverales. Su impacto es principalmente ecológico, a pesar de que por el momento invade ambientes de bajo valor para la conservación o espacios riparios degradados (y que podrían restaurarse), y de sus específicos requerimientos térmicos e hídricos (no soporta las heladas y prefiere suelos compensados), en ambientes ribereños degradados puede interferir negativamente con las especies nativas (especialmente a las que emplea como soporte, como árboles y arbustos) por su enorme vigor, exhuberancia y rápido crecimiento (por lo que puede provocar además un intenso sombreado) cuando encuentra condiciones favorables. El impacto puede pasar a ser económico cuando invade cultivos de frutales con regadío por inundación y áreas riparias degradadas o abiertas.
De momento la especie parece restringida al litoral mediterráneo andaluz en los ambientes señalados, con potencialidad de ir invadiendo riberas y cauces y,. debe profundizarse en el conocimiento de los ambientes ocupados por la especie y de los taxones y comunidades a las que puede estar afectando. En la Axarquía se ha encontrado en todo el litoral, invadiendo el sur del Parque Natural de Tejeda y Almijara y, sobre todo, el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Para su tratamiento y control se recomiendan métodos físicos (arranque manual), combinados con químicos (herbicidas). Resulta efectiva la corta de los tallos y posterior extracción o corte de las raíces (en caso de que queden fragmentos de raíces, los cortes deben tratarse con brochas o pinceles embadurnados con herbicidas translocables para evitar rebrotes). Puesto que los tallos y estolones tienen capacidad para arraigar, deben eliminarse de la zona de actuación. La operación deberá repetirse varios años hasta que no se observe la aparición de nuevas plántulas (éstas son fácilmente reconocibles por portar tallitos muy volubles y hojas acorazonadas de color verde claro). El grado de dificultad se califica de bajo a escala de rodal o parcela, alto a escala de localidad (ej. un espacio natural) y muy alto a escala regional.
Freyja dice
LAs he visto y son muy bonitas, una en un terreno baldío al lado de mi casa, crece en una barandilla que hay. No es muy grande.
Y otra en un terreno detrás del cementerio y que no sé si es una sola o varias pero han trepado por un árbol y casi que lo cubren todo.
Yo la tengo en una maceta en un mi balcón y crece muy rápido. Cada vez que me levanto cada mañana y me asomo al balcón veo las guías más estiradas.
Paco Salinas dice
Es estupendo el estudio de la planta y la forma de eliminarla