El aromo blanco, también conocido como acacia pálida, aroma mansa, etc. (Leucaena leucocephala) es un árbol (macrofanerófito) perennifolio, perteneciente a la familia Mimosaceae, originaria de Centroamérica, que alcanza una altura de unos 9 m (excepcionalmente ha llegado a 18 m), con tallos jóvenes pubérulos. Hojas alternas bipinnadas con 3-10 pares de segmentos, cada uno con 10-22 folíolos. Peciolos glandulares o no. Limbo de 10-20 cm. Folíolos de oblongos a lanceolados, delgados, apiculados en el ápice, de 7-12 x 2-3,5 mm. Flores de color crema, blanquecinas o rosadas, en cabezuelas densas, globosas, axilares o terminales, agrupadas a su vez en racimos, de 1,5-3 cm, con pedúnculos robustos, pubérulos o pubescentes. Flores de cáliz estrechamente campanulado, obcónico, de 1 mm, con 5 dientes cortos. Corola con 5 pétalos desiguales, valvados, linear-espatulados, pubescentes, de unos 4,5 mm. Con 10 estambres desiguales, exertos, unas 3 veces más largos que los pétalos, con las anteras a menudo pilosas. Ovario estipitado, pubescente, con numerosos óvulos. Estilo filiforme. Estigma diminuto. Fruto en legumbre colgante, recta, aplanada, membranosa, bivalvada, de 10-15 x 1,5 cm, abruptamente aguda o mucronada en el ápice, de color pardo en la madurez, agrupadas en ramilletes de 20 unidades. Cada fruto contiene 18- 25 semillas de ovadas a obovadas, aplanadas, de color marrón oscuro.
Esta planta, propia de climas cálidos y secos, suele invadir áreas aclaradas, formando densos rodales. Florece de abril a julio. Practica la autopolinización. La diseminación es autócora y zoócora, al ingerir los roedores las semillas de los frutos caídos al suelo.
Es muy resistente a condiciones adversas como la sequía, la salinidad y el pastoreo. La floración disminuye en situaciones de estrés hídrico. Es bastante termófila; las partes verdes perecen con heladas ligeras, aunque si los daños no son muy graves rebrotan vigorosamente al siguiente año. Los tocones y las raíces rebrotan bien después de la tala o de un incendio. Las raíces pueden profundizar mucho en el terreno y aprovechar recursos hídricos no disponibles para otras especies. Como todas la leguminosas, se asocia con bacterias del género Rhizobium fijadoras de nitrógeno atmosférico en los nódulos que se forman en las raíces. Es moderadamente tolerante al sombreado, regenerándose bajo sombra.
En su lugar de origen y en muchos donde ha sido importado, este árbol es muy apreciado como forrajero. Sin embargo, las hojas y semillas contienen el aminoácido tóxico, la mimosina, que ingerido en grandes cantidades produce la caída del pelo al ganado equino, por lo que se administra en dosis adecuadas. En zonas tropicales, es considerada una mala hierba muy perjudicial para la agricultura. También se ha usado como setos vivos, cortavientos, como abono verde. Sus semillas verdes son comestibles y tienen un sabor parecido al ajo y sus vainas también son comercializadas en los mercados de Mexico. No obstante, la mimosina de las hojas y semillas puede producir daños a mamíferos no rumiantes y aves de corral (bocio, debilidad, pérdida de peso, aborto, etc.). En Europa fue importada con fines ornamentales, para jardines y calles de las provincias costeras.
Introducida en España recientemente en calles y jardines de las provincias costeras mediterráneas, desde el sur de Cataluña hasta Andalucía, en 1989 se detectó la primera población espontánea Tarragona, a la que se ha ido sumando otras en Almería y una en Málaga, precisamente en el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Esta especie ha mostrado ser invasora muy peligrosa para los ecosistemas, estando incluida en la lista de los 100 peores organismos invasores Basa su éxito como invasora de ambientes con influencia antropozoógena y de ecosistemas naturales en su tolerancia a los factores limitantes. Su principal impacto en los ecosistemas invadidos es la desaparición por competencia de la vegetación natural. Bajo su sombra, que no es muy densa, el suelo suele estar bastante libre de vegetación, lo que sugiere la existencia de efectos alelopáticos.
Para su control, deben extremarse las medidas preventivas. La importación, producción y plantación de esta especie en nuestro país deberían estar severamente limitadas o incluso prohibidas, hasta que no existan evidencias de su inocuidad para el medio ambiente. En invasiones de áreas con escaso valor ecológico se pueden emplear fitocidas. La clopiralida es eficaz contra la mayoría de las leguminosas, en dosis de 150-300 cc/Ha; resulta casi inocuo para las aves y los mamíferos, poco tóxico para la fauna acuática y muy poco para los invertebrados terrestres y microorganismos, siendo mucho más eficaz sobre las plántulas e individuos jóvenes, debiendo combinarse el tratamiento con la tala y retirada manual de los ejemplares adultos. También pueden utilizarse herbicidas en tratamientos localizados sobre las plantas de Leucaena, pero en este caso los efectos tóxicos sobre la fauna y la flora autóctona son más perjudiciales.
Emilio Tomico de la Cruz dice
Tengo semillas de leucana ..son arbolitos muy poco exigentes , y de crecimiento rápido .
LAKHDAR dice
Hola espero que esteis bien
Yo busco semillas de leucaena arbol
Si tenes informacion por favor
Mis saludos