Durante los meses de verano es muy común (aunque no sucede en todos los casos), que se interrumpa la terapia de logopedia, más aún cuando se trata de la población infantil ya que con el fin del curso escolar las familias deciden darse un descanso en esta época estival y volver en septiembre con las pilas bien cargadas. Esta decisión no podemos decir que sea ni mejor ni peor, porque es una decisión subjetiva y muy personal y por supuesto depende de muchos factores. Tiene tantos componentes positivos como negativos pero es comprensible en todas sus variables. No obstante, debemos incidir en la importancia de no dejar el tratamiento logopédico en casa si la decisión que hemos tomado es la de interrumpir la terapia en los meses vacacionales. En casa podemos marcar una rutina que favorezca la conservación de todos los hábitos o logros conseguidos previamente, además normalmente disponemos de más tiempo.
El periodo estival viene definido por ganas de fiestas, descanso, playa, piscina… es difícil encontrar el momento idóneo para mantener unas rutinas de trabajo y es importante incidir en que no podemos exigir el mismo ritmo que durante el curso escolar pues esta etapa es fundamentalmente de descanso y se activan otras habilidades más alejadas de las curriculares exigidas en el centro educativo pero no menos importantes: habilidades sociales, emocionales, etc. Destrezas que están vinculadas con aprendizajes previos y que afloran en esta época estival.
También podemos destacar que son numerosos los centros de logopedia y psicología que ante esta “despoblación” en sus centros ofrecen cursos o campamentos entre sus ofertas de servicios, muy típicos por estas fechas con los que se pretende no renunciar a la terapia ofreciendo un enfoque distinto, mucho más divertido y en compañía de más usuarios lo que aporta un clima más relajado y en el que los ejercicios son más flexibles y abiertos que de costumbre pues no existe una personalización de la sesión tan marcada como se suele hacer.
Los campamentos o actividades veraniegas en los centros son muy variados, suelen tener una duración desde junio hasta septiembre y en horario de mañana, por lo general se marcan tareas de habilidades sociales, refuerzo en tareas educativas, manualidades, habilidades comunicativas, lenguaje etc.
Podemos acudir días sueltos, durante toda la semana, a determinadas temáticas… la flexibilidad que nos podemos encontrar es tan amplia como centros que se oferten. Sólo debemos hacer búsqueda y elegir lo que más se adapte a nuestras necesidades.
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