Si el barrenillo o carcoma de los muebles es un temible enemigo de la madera de nuestras casas, un escarabajo de la misma familia, y de aspecto muy parecido, y también temible, es el escarabajo del pan, que a diferencia del anterior se ha especializado en alimentos ricos en almidón, como el pan. En más de una ocasión hemos tenido oportunidad de ver el adulto, un diminuto escarabajo de color pardo, que a veces se puede confundir con una mosquita de las frutas, pero de vuelo más pesado, que acude a la luz y tras chocar con la lámpara lo vemos deambular un trecho antes de remontar su torpe vuelo.
En efecto, se trata de un diminuto escarabajo o Coleóptero (por tanto con el primer par de alas transformado en estuche bajo el que se pliega el segundo par de alas membranosas y funcionales), perteneciente a la familia Anobiidae, que engloba escarabajos poco llamativos, con la cabeza hipognata, embutida en el protórax, casi invisible dorsalmente, y antenas cortas aserradas. La especie que aludimos en esta ocasión se denomina científicamente Stegobium paniceum, aludiendo a uno de sus alimentos preferidos: el pan, aunque en realidad este escarabajo se nutre de alimentos que contengan almidón, donde su larva labra galerías, parecidas a las que hace la carcoma, y como ésta, dejando un agujero cuando sale el adulto. Esta especie ha sido transportada por el intercambio comercial por todas parte del mundo y actualmente se considera cosmopolita, aunque es más común en países cálidos. Se dice que la costumbre marinera de arrojar las galletas sobre la mesa antes de comerlas era para expulsar las posibles larvas de este escarabajo que, casi con seguridad, se encuentran en estos alimentos.
El escarabajo del pan tiene 2-3 mm de largo, con un aspecto cilíndrico y coloración marrón rojiza. Las características principales son la mencionada posición retraída de la cabeza debajo del tórax, antenas lisas (no aserradas) con los últimos artejos más anchos y la disposición de estrías longitudinales en los élitro. La base del pronoto es igual que la distancia de los élitros, confiriéndole un aspecto redondeado. Élitros con estrías longitudinales.
Como insecto holometábolo, su desarrollo se realiza a través de una metamorfosis completa, con las fases de huevo, larva, pupa y adulto. La hembra grávida, una vez que detecta la presencia de alimentos potenciales para las larvas, deposita los huevos (unos 200 por cada hembra) directamente sobre el pan u otros productos cerealísticos, o bien en grietas muy cercanas al lugar donde se encuentra el alimento. Al cabo de 1-2 semanas, las larvas neonatas, con una longitud de solo 0,5 mm, salen del huevo y son muy activas. Pueden soportar una semana en ayunas y son muy hábiles en perforar los envoltorios de paquetes no herméticamente cerrados. Cuando encuentran el alimento que les satisface se abren paso royendo y alimentándose con gran rapidez, alcanzando su cuerpo un grosor que les impide caminar con sus patas. Estas larvas tienen una morfología en forma de C, de color blanquecino con una longitud comprendida entre 2 y 3 mm. Tras su desarrollo larval, realizan una pupación y luego sale el adulto. Estos salen volando y frecuentemente acuden a la luz, a menudo lejos de los lugares donde se desarrollaron. Los adultos no se alimentan, solo tienen como objetivo la búsqueda de pareja.
Se ha establecido que a una temperatura de 22ºC, el desarrollo desde la fase de huevo hasta la emergencia del adulto, es de unos 2-3 meses. Las condiciones externas, temperatura y humedad, condicionan la presencia y desarrollo, así como la duración de su ciclo biológico. Su intervalo de desarrollo óptimo es con temperaturas de alrededor 30ºC y una humedad relativa del 70 %. En condiciones óptimas la duración de la fase larvaria es de unos 26 días.
El escarabajo del pan es una plaga para nuestros productos secos almacenados, por lo que es conveniente vigilar los síntomas de una posible infestación. Si vemos en la casa a algún adulto volando es casi seguro que viene de la despensa, por lo que es obligado revisar todos los alimentos secos que tengamos, incluidos los que damos a nuestros animales de compañía. No solo el pan es el alimento de este escarabajo, sino que también suele elegir productos secos y duros, tales como el pan seco o rayado, fideos y galletas, así como galletas de perros. También invade legumbres secas, nueces y especias, hierbas medicinales, especias, tabaco, cacao y muchos otros alimentos almacenados. Precisamente por el hecho de invadir algunas hierbas medicinales se les conoce también como “escarabajo de las boticas”, pero como es sabido, hoy día es cada vez más raro encontrar farmacias con hierbas medicinales, aunque alguno se puede detectar en algún producto seco de base amilácea. Más corriente es lógicamente en los herbolarios, especializados en hierbas medicinales, especialmente si tienen la costumbre de tener las hierbas al aire. El mejor tratamiento es la vigilancia y la limpieza. Revisar nuestros alimentos y a la menor sospecha, por restos o serrín, por ejemplo, extremar la revisión y desechar el alimento que haya sido invadido.
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