A María Núñez Corral, por compartir conmigo noches en vela y locuras varias.
Tú que bebes madrugadas cada noche,
tu que siempre temes abrazar el alba,
tú que arrancas la sonrisa de este hombre
hoy mereces que te escriba estas palabras.
Eres ángel de pasión y tus pasiones
son delirios de mujer que van al agua;
sirenita de locura y corazones
que no supo conservar cordura y calma.
En tus ojos van expuestas las razones,
de la imagen que proyectas aún callada
y ese jardín de las buenas intenciones
que cultivas, cuidas, mimas y me encanta.
¡Ay, María!, niña de las tradiciones,
defensora de la cultura de España,
orgullosa de su bandera y colores ;
cariñosa, amable ,afable y muy simpática,
eres tú quien desafía a los relojes;
compañera eterna de mis madrugadas ,
la que inspira dulcemente mis canciones
y me entrega a cuentagotas dulce savia.
Préstame hoy tu corazón para plasmarlo
en la plaza del recuerdo tan soñada
y dejarlo escrito para ir a buscarlo
cuando el sol muera despacio en mi ventana.
María Nuñez: aquí un poema y mi mano.
pues a veces la luna llena no basta.
Fotografía cedida por: María Nuñez Corral
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