El pasado 10 de diciembre fuimos testigo de la presentación en el Colegio San José de Málaga de un acto entrañable con la puesta en marcha de la Fundación Otto del Nido, en recuerdo del que fuera durante 12 años director titular de aquel centro, y 30 años profesor de dicho colegio, además de pieza importante de lo que hoy es el baloncesto en la provincia de Málaga y que nos dejara por una repentina enfermedad en 2008. El objetivo de la fundación es crear iniciativas para fomentar la práctica deportiva y desarrollar programas que mejoren el desempeño académico de los jóvenes, dos pilares fundamentales por los que luchó en vida José Luis Jiménez Del Nido al que conocían como Otto desde los tiempos en los que fue pieza importante en poner las bases de lo que hoy es el baloncesto en la provincia tanto como gran jugador desde la sección desaparecida del Málaga CF, previa a Baloncesto Málaga, como también excelente entrenador de formación en Caja de Ronda y Unicaja, pasando por sus manos la mejor generación del baloncesto malagueño. En el trato que tuve siempre cercano con Otto, recuerdo cómo me hacía ver en una ocasión que los jugadores de baloncesto son jóvenes y tienen derecho a divertirse y a ser jóvenes también como otros ante las críticas que surgían a veces por ello. O que la NBA para él no era baloncesto sino circo. Disfrutaba, como enamorado del baloncesto malagueño, de los triunfos del CB Axarquía, tanto en su época más amateur, cuando su hijo José Luis y uno de sus sobrinos, Dani, ascendían con el equipo veleño a EBA, como después también en la más profesional en liga LEB, sobre todo porque veía una plantilla siempre con muchos jugadores que habían pasado por sus manos. Siempre me preguntaba los horarios por si podía acercarse a Vélez a ver el equipo, mientras las mujeres iban al Ingenio de compras me decía. Y a pesar de que nunca hubiese tenido problemas para entrar, me pedía las entradas porque su humildad en ese sentido fue siempre su bandera.
Su hijo, Alejandro Jiménez, presidente de esta Fundación que nace para mantener su recuerdo, quiso destacar en unas palabras nacidas desde el corazón en el salón de actos del que fue también su colegio, esa premisa que siempre destacó su padre de que a profesionales llegan pocos, pero a personas, todos. Y de esa manera nace una fundación con la que se van a conceder becas a deportistas jóvenes en riesgo de exclusión para la cobertura de gastos relativos a las cuotas de sus clubes de origen. Con ello “se pretende evitar el abandono de la práctica deportiva por motivo económico, así como ser apoyo de los clubes, que en la mayoría de las ocasiones asumen estas cuotas, con la correspondiente merma en sus ingresos”, según comentó el director de la Fundación, Antonio Rubio. También se presentó el proyecto Estudio 10 – Deporte 10 que busca la compatibilización de Deporte y Estudios, poniendo a disposición de los clubes profesionales titulados para proporcionar refuerzo académico a sus deportistas. Un proyecto en el que se puede colaborar como socios o voluntarios.
Estuvieron presentes autoridades municipales de Málaga de las áreas de Deporte, Educación y Juventud, representantes de muchos clubes locales y provinciales, medios de comunicación, nombres ilustres de la historia del baloncesto malagueño como Ramón García, José María Martín Urbano, Alfonso Queipo de Llano, Bernardo Rodríguez, Pedro Ramírez, Paco Alonso o más reciente, Paco Aurioles entre otros muchos. Y no faltaron muchos amigos del baloncesto de formación, además de profesores y compañeros de Otto en sus distintas facetas.
Desde TODO, desear mucha suerte a esta fundación que no podía tener otro escenario mejor para su puesta en marcha que el colegio al que dedicó su vida José Luis Jiménez Del Nido y junto a la gente de siempre del baloncesto. Aunque como se puso de manifiesto, se están poniendo en marcha becas en múltiples modalidades deportivas como fútbol, remo, rugby, atletismo, patinaje, balonmano, … que a través de numerosos clubes de la provincia también se hicieron presentes.
Deja una respuesta