La inflación es un término que escuchamos a menudo en las noticias y en las conversaciones sobre economía. Pero, ¿qué es realmente la inflación y cómo nos afecta en nuestra vida diaria? En términos simples, la inflación es el aumento en el precio de los bienes y servicios con el tiempo. Cuando la inflación aumenta, nuestro dinero pierde valor, lo que significa que necesitamos más dinero para comprar los mismos bienes y servicios que antes. Esto tiene un impacto directo en nuestro bolsillo y puede afectar nuestra capacidad para ahorrar.
La inflación actúa como un impuesto oculto en nuestra economía. Afecta a todos los que tienen dinero, ya sea en forma de efectivo, cuentas de ahorro o inversiones. Cuando esta aumenta, nuestro poder adquisitivo disminuye, lo que significa que necesitamos gastar más para mantener nuestro nivel de vida. Si tenemos ahorros en efectivo, por ejemplo, esos ahorros valdrán menos con el tiempo debido a la inflación. Si tenemos inversiones, es posible que sus retornos no superen la tasa de inflación, lo que significa que estamos perdiendo dinero en términos reales.
La inflación también puede crear desequilibrios en la economía. Cuando los precios suben rápidamente, los salarios y los ingresos no siempre aumentan al mismo ritmo. Esto puede llevar a una disminución en el poder adquisitivo de las personas y puede hacer que algunos bienes y servicios sean inaccesibles para los consumidores.
Entonces, ¿cómo pueden los bancos centrales controlar la inflación? Los bancos centrales son responsables de la política monetaria de un país y utilizan una serie de herramientas para controlar la inflación. Una de estas herramientas es la tasa de interés.
Cuando los bancos centrales aumentan la tasa de interés, se hace más costoso pedir prestado dinero, lo que desacelera el gasto y reduce la inflación. Por otro lado, cuando los bancos centrales disminuyen la tasa de interés, se hace más barato pedir prestado dinero, lo que estimula el gasto y puede aumentar la inflación.
Otra herramienta que utilizan los bancos centrales es la oferta de dinero. Al aumentar o disminuir la oferta de dinero en la economía, los bancos centrales pueden afectar la cantidad de gasto que se produce y, por lo tanto, la inflación. Por ejemplo, si los bancos centrales aumentan la oferta de dinero, esto puede estimular el gasto y aumentar la inflación. Si, por otro lado, disminuyen la oferta de dinero, esto puede desacelerar el gasto y reducir la inflación.
Y nos encontramos en estos momentos (Marzo 2023) en un periodo donde los bancos centrales intentan controlar una inflación “desbocada” hemos tenido ya algún síntoma de que están consiguiendo paliar los efectos de presiones inflacionarias altísimas… pero aunque parece que algo de mejoría se vislumbra… ni mucho menos tendremos esos niveles de inflación en torno al 3% de antaño. Por tanto la vida se encarece, nada nuevo así lleva siendo muchos años, solo que ahora se ha hecho de una forma demasiado acelerada
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