Sentir miedo es una respuesta adaptativa que nos alerta frente a un peligro real, cómo, por ejemplo, cuando vamos a cruzar por un paso de cebra en una vía con mucho tráfico, esa sensación de miedo nos ayuda a estar más atentos y ser más cautelosos.
Las fobias más comunes serían:
- A cualquier insecto o animal fobia (zoofobia)
- A las alturas (acrofobia)
- A los espacios cerrados (claustrofobia)
- A los espacios abiertos (agorafobia)
- A ver sangre (hematofobia)
Se puede tener un miedo irracional a cualquier cosa o animal, a las aves, a los gérmenes, incluso a tragar, llegando a pasarlo quien lo padece realmente mal ante ese estímulo. Muchas personas que sufren algún tipo de fobia, están toda su vida intentando tener una vida normal y alternar esos episodios en los que se dan síntomas físicos y psicológicos. Esos síntomas pueden ser:
- Síntomas físicos: sudoración, aceleración del latido del corazón, temblores, escalofríos, dolor en el pecho, sequedad de boca, mareos, dolor de cabeza, respiración alterada…
- Síntomas psicológicos: pensamientos acerca de la situación, en los que se suelen anticipar consecuencias negativas cómo, por ejemplo, ante la visión de una araña y padecer aracnofobia, se presentan pensamientos de tipo, “esa araña se me va a tirar encima”, “la araña me va a picar y puede que muera”, “si la araña se acerca voy a enfermar”, etc.
A veces, podemos padecer una fobia que no nos impide disfrutar de una vida normal pero cuando no es así, por ejemplo, vivimos en un tercero sin ascensor y tienes fobia a subirte en un ascensor, el tratar ese problema puede mejorar tu calidad de vida, sobre todo cuando vayas cumpliendo años y te vaya costando cada vez más subir tantos peldaños. Aquí te explico de forma superficial qué tipo de tratamientos puedes encontrar si acudes a terapia. El psicólogo o psicóloga siempre, después de hacer un estudio personalizado de tu caso, escogerá qué técnica o terapia va a ser la mejor elección para ti.
Para que puedas aclarar si lo que padeces, es una fobia específica o es un miedo que no llega a convertirse en fobia, te dejo aquí una serie de indicaciones que tienen relación con las fobias.
- Si ante un estímulo concreto tu reacción es algo desproporcionada, es decir, no se corresponde con una amenaza o un peligro hacia ti.
A pesar de qué sabes que no debes temer nada, tu reacción tanto física como psicológica se escapa a tu control. - Evitas por todos los medios ese estímulo o sea situación que tanto temes.
- Siempre tienes la misma reacción. Es decir, si a veces no te importa subirte a un ascensor, pero otras veces no eres capaz de hacerlo, no se trataría de una fobia. En la fobia no eres capaz de subirte en dicho ascensor en ninguna circunstancia y si ocurre, tu respuesta es manifiestamente desproporcionada.
- Los tratamientos psicológicos para tratar las fobias son muy eficaces. Te explico alguno de ellos a continuación. En muchos casos se complementan estas técnicas para complementar y aumentar la eficacia de la terapia.
- Dentro de la terapia de conducta nos encontramos con la terapia de exposición corta o prolongada.
- Terapias de relajación
- Terapias cognitivo-conductuales, en las que destacan la terapia racional emotiva, el entrenamiento en inoculación del estrés o la terapia racional sistémica. Este tipo de terapias se centran sobre todo en modificar los patrones de pensamientos.
- Terapias farmacológicas. En este tipo de terapias se trata de, en los casos, estrictamente necesarios, minimizar la sintomatología fisiológica que concurren con los episodios fóbicos, como una elevada ansiedad, por ejemplo.
Si sufres alguna o varias fobias y piensas que te están limitando en tu día a día o simplemente quieres sentirte más libre sin sufrir ese miedo desmesurado, te animo a acudir a terapia. A día de hoy las terapias psicológicas son eficaces y con resultados a corto plazo
“El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”. Tito Livio (59 AC-64 AC) Historiador romano.
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