Para finalizar con la serie de Copias de Seguridad, en el Gadgetoscopio veremos este mes cuales son los dispositivos más comunes para hacer copias de seguridad, así como las ventajas e inconvenientes de cada uno.
Discos duros externos
Quizá la opción más sencilla y barata de todas. Tanto como ir a la tienda más cercana de nuestro municipio, comprar un disco duro externo con conexión USB, enchufarlo a nuestro ordenador y comenzar a copiar cosas. ¿No suena difícil, verdad?
La capacidad del disco duro vendrá dada por la cantidad de información que queramos salvar. No es lo mismo copiar sólo algunos documentos escaneados, que guardar toda una colección de 10 años de fotografías familiares. Importante que tenga el estándar USB 3.0 ya que de esta manera nos aseguraremos una velocidad más elevada.
Sin embargo, tiene varios inconvenientes: Sólo se puede usar en un ordenador a la vez, no dispone de mucha inteligencia ni servicios añadidos, y no nos sirve para nuestro smartphone de forma directa. En cuanto a precio, por unos 50€ tenemos opciones muy válidas para comenzar.
La nube
Ya hablamos en su día de los diferentes servicios que existían para compartir los datos entre diferentes ordenadores, así que no indagaremos mucho en esto. Cualquier opción nos vale: Dropbox, Google Drive, iCloud, NextCloud, OneDrive; si no tenemos muchos datos que queramos guardar podemos optar por las versiones gratuitas. Si por el contrario nuestra cantidad de información es importante, deberemos recurrir a las opciones de pago, que suelen estar en torno a los 10€ mensuales.
No son de por sí servicios de copias de seguridad, si no de sincronización, así que no lo deberíamos usar como destino exclusivo para nuestras copias. Así mismo, disponen de clientes para todos los terminales móviles, con lo que podremos sincronizar nuestros datos directamente desde nuestros smartphones.
NAS
El nombre viene del acrónimo de “Network Attached Storage” o “Almacenamiento Conectado en Red”. Es la evolución de los discos duros externos: imaginad que al disco duro externo le cambiamos el cable USB por uno de red, para que esté disponible a todos nuestros dispositivos electrónicos de casa. De esta forma mitigamos uno de los inconvenientes de los que hablábamos antes.
Los modelos más básicos llevan incorporado el disco duro para nuestros datos, sin la posibilidad de cambiarlo de forma fácil. Los podemos encontrar a partir de 100€ para capacidades en torno a los 2-3 Terabytes.
Los modelos más complejos tienen la posibilidad de montar varios discos duros, que se pueden intercambiar de forma muy sencilla e incluso sin apagar la máquina en las versiones más caras. Nos permiten agrupar los discos duros en configuraciones llamadas RAID, que nos protegen contra fallos físicos en el disco duro al añadir redundancia con el coste de reducir un poco la capacidad. Sin embargo, no entraremos en detalle, ya que esto se merece un artículo independiente.
Marcas a tener en cuenta son Synology, QNAP y Buffalo, aunque hay muchas otras que ofrecen productos de calidad. Suelen tener un interfaz muy intuitivo para todo tipo de usuarios e integran directamente software para hacer copias de seguridad automáticas. El rango de precio se eleva hasta unos 200€ sin discos duros: muy importante, ya que al coste total hay que añadirle los discos, situándose generalmente en torno a los 400-500€ dependiendo de la capacidad que queramos.
Servidor
Si seguimos añadiendo complejidad al sistema, terminamos ante el concepto de un servidor de ficheros, que está conectado a nuestra red y nos ofrece servicios adicionales al NAS. Aquí el hardware es totalmente libre: puede ser cualquier ordenador que tengamos en casa que no usemos, no hay reglas escritas. En cuanto al software, hay muchas opciones, por mencionar algunas como OpenMediaVault, FreeNAS, Xpenology y si bien en términos de rendimiento están a la altura de los NAS comerciales, no suelen ser soluciones de “enchufar y listo” si no que requieren instalación y mantenimiento no al alcance de todos los usuarios.
En mi caso, esta es la solución que he escogido para mis copias de seguridad, y me hice con un servidor propiamente dicho, un HP Proliant Microserver Gen8 que por algo menos de 200€ ofrece un hardware más que brillante para este cometido.
Conclusión
Espero que después de todos los artículos sobre las copias de seguridad, hayáis salido corriendo a la tienda a comprar alguna de estas soluciones. El día en que perdamos todos nuestros datos está más cerca de lo que pensamos y ¡nunca es demasiado tarde para comenzar!
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