Al Cristo del Nazareno de El Puerto de Santa María y a su “Madrugá”, hoy perdida, y gran fuente de mi inspiración poética .
¿Dónde está el amanecer en los ojos nazarenos?
¿Dónde está el amanecer,
que rebuscando en el cielo,
junto a la cruz de la fe
ni los chiquillos lo vieron?
El que cansado esperaba
a que pasara el moreno
se fue bebiendo las horas
en la soledad de El Puerto
y los viejos preguntaban,
¿Ya ha pasado? ¿Está lloviendo?
¿Qué pasa con el gitano
que lo busco y no lo encuentro?
¿Dónde está el amanecer en los ojos nazarenos?
La Ribera del marisco
y el Guadalete sufriendo,
no quiere echar al olvido
la gran sombra del Maestro.
Mi corazón no ha dormido,
mi poesía :un lamento,
mi madrugá: mil suspiros,
mi relicario: el recuerdo.
Con su corona de espinas ,
siente extraño su universo
de barrios y callejuelas
que la luz fue destruyendo .
¿Por qué lloras? ¿Por qué sufres?
¿Por qué, madre el desconsuelo
de los cristos andaluces ?
¿Quién lo espera?
¿Y la madera que luce
de unas manos carpinteras ?
¿Quién te puso ese dorado
si a ti lo que más te lucen
son tonos amaderados?
¿ Quién robó tu madrugá ?
¿ Quién convenció a los hermanos
de que un aplauso hace más
que cumplir tu calendario ?
¡Qué triste vas, portuense!
¡Qué triste vas por tu barrio!
¡ Ya no te vela la luna !
¡ Ya no te esperan los pájaros !
¡ Ya no te apura el lorenzo!
¡ Ya no te cantan los gallos !
¡ Ya no está en vela tu madre !
¡ Ya no es único su palio!
¡ Ya no te quiebra el rocío!
¡ Ya no se escuchan los pasos,
ni huele café ni a incienso !
Si despiertas en San Marcos,
¿Dónde está que no la encuentro?
¿ O es que está y yo estoy ciego ?
¿ Dónde está el amanecer de los ojos nazarenos ?
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