Como las aves quieren volar,
igual que la luna busca su ahullido,
lo mismo que un niño quiere jugar
y las cigüeñas dormir en el nido.
De la misma forma que cobija el mar
seres marinos,
Así quiero, reina mía en libertad
estar contigo.
Que si en tus labios me pierdo,
y a la candela me llevan
¿Qué me importará a mi el fuego
teniendo a mi compañera?
En los senderos amables
de tus caderas
se dibuja la razón de ser
de mi ceguera.
Ciego, cieguito ando,
ciego por ti y por tu mirada
ciego en las plazas y los barrios
tan solo pensando en tu cara.
Ciego y sin remedio,
pues ya ni la muerte me importa,
solo quiero sentir tu cuerpo
beberme el néctar de tu boca.
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