A estos difíciles días de confinamiento en los que nuestro país muestra la mejor y la peor de sus caras.
España solidaria aplaudiendo en los balcones
a héroes que sin gloria a destajo y sin demora
trabajan por la vida de adultos y mayores
que sufren los estragos del mal que nos devora.
España confinada en su celda sin barrotes
cual si fuera la guerra , rezando a todas horas,
triste se desespera, mira el reloj y llora
y evita a toda costa que surjan nuevos brotes .
Cajeras, farmacéuticos, policías , conductores ,
enfermeras, dependientas, militares, cuidadoras ,
se lanzan a sus puestos y por su salud imploran,
jugándose la vida en el país de mis amores
Artistas desolados , deseando la victoria,
fraguando nuevas obras y viendo a las anteriores
comiendo polvo y hambre en el hoy y en el ahora,
sin ver la luz del día, ni escenarios ni flores.
Y mientras hay algunos que muestran la otra cara,
los que al sonar la alarma huyeron a las costas
llevando en sí la muerte a otros que esperaban
la cura y el control sin la esperanza rota.
A los libros de historia : presidente y ministro ,
la crisis y medidas que trajo la pandemia,
las cifras de los muertos, los mapas y las fechas,
más no el aplauso eterno que cada noche dimos.
Cuando acabe este calvario y el coronavirus muera,
España a cada muerto mirará y en un suspiro,
le preguntará al sol, al pueblo y su bandera,
Queridos españoles , ¿ qué hemos aprendido?
Fotografía: Lorenzo Carnero.
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