
Comenzamos un nuevo año iluminados por las luces de la Navidad, rodeados de colores, sonrisas y, sobre todo, del cálido abrazo de nuestras familias. Este tiempo especial nos invita a mirar al cielo con gratitud, recordando a quienes ya no están, mientras celebramos una vez más la presencia de Dios en nuestras vidas. Con esta esperanza renovada, damos la bienvenida a 2025 con energía y optimismo.