El siguiente artículo de la serie Conexiones a Internet, se centrará en las posibles opciones que tendremos en el futuro para conectarnos a Internet. Vivimos en un mundo que poco a poco está adoptando una cultura completamente conectada: el Internet de las Cosas (IOT) está aquí para quedarse, y eso significa cientos de millones de dispositivos adicionales conectados a Internet.
Además, las calidades de video se están incrementando, hemos pasado del Full HD a la resolución 4K, y su evolución, 8K, también empieza a asomar la cabeza. A pesar de los nuevos formatos de compresión de video, estamos hablando de un incremento sustancial del ancho de banda necesario para soportar este tipo de comunicaciones.
Por lo tanto, las conexiones a Internet tienen que evolucionar de forma adecuada para dar cabida a esta demanda, que ya no sólo se centra en la velocidad, si no también en una latencia adecuada. De esta manera, se prepara la llegada a las interacciones en Tiempo Real, Realidad Virtual y demás servicios que parecen casi de ciencia ficción.
5G, el Futuro de las conexiones móviles
Si habéis estado atentos a las noticias del último congreso móvil de Barcelona, se ha hablado mucho de la siguiente evolución de conexiones móviles: la quinta generación o 5G. No solo se trata de una mejora en la velocidad de conexión sobre la existente red de 4G, si no una mejora en muchos más aspectos.
El primero de ellos es, obviamente, la velocidad. Las redes actuales 4G están limitadas a unos 300 Mbps (aunque soportan más velocidad), y la nueva red 5G promete velocidades de hasta 10.000 Mbps. Esto abre la puerta a otro mundo de posibilidades que estaban bastante limitadas con las redes actuales.
Se trata de una red mucho más inteligente a la hora de gestionar los recursos, por lo que se reducirá el consumo de energía y se permitirán muchos más usuarios simultáneamente. Esto no quiere decir que haya mucha más gente con teléfonos móviles 5G; permite la entrada de tecnologías como IoT (Internet de las cosas) y realidad virtual a gran escala.
Vivimos en un mundo cada vez más conectado: nuestro móvil es nuestro asistente, nuestros coches se empiezan a conducir solos, nuestra casa estará repleta de domótica: incluso nuestra ropa estará conectada. Tal cantidad de información necesitará un ancho de banda suficiente para no colapsar la red actual: ¡bienvenido seas 5G!
Starlink, el Internet de Elon Musk
El lanzamiento del cohete Heavy Falcon de la compañía SpaceX, fundada por el archiconocido Elon Musk, ha supuesto un hito enorme en la próxima carrera espacial. Si bien puede parecer que este hecho no tiene mucha relación con la temática habitual del Gadgetoscopio, estáis bien equivocados. Cierto es que es de más relevancia para la industria aeronáutica y aeroespacial, pero el siguiente paso en el plan del Señor Musk pasa por algo que cada uno de nosotros utilizamos habitualmente: Internet.
El hecho de usar cohetes reutilizables Falcon 9 para poner en órbita satélites de todo tipo, hace que el coste de esta operación se reduzca drásticamente. De esta manera, permite a países con recursos más modestos disponer de satélites en órbita. Además, la empresa SpaceX se reserva el derecho de poder añadir más carga a dichos lanzamientos, por lo que poner su propio material en órbita les supone prácticamente coste cero.
Es así como Elon Musk plantea crear una red de 4000 satélites con los que dar cobertura de Internet a todo el mundo. ¿Velocidad? Tres veces la conexión más rápida que hay ahora mismo disponible en Fibra Óptica en España. ¿Precio? Aún no se sabe, pero se espera que sea de bajo coste, asequible para la mayor parte de la población. Con los ingresos que se espera de esta nueva compañía, Elon Musk pretende financiar parte de su carrera espacial a Marte. ¿Cuándo? A finales de febrero de 2018 se empezarán a lanzar los satélites, y se espera que para mediados/finales de 2019 esté operativa la red.
Conclusiones
Con este artículo concluye la serie de artículos dedicados a internet. Espero que hayan quedado un poco más claros conceptos que normalmente se usan de forma errónea, y que haya servido también para vislumbrar un poco el futuro tan apasionante que nos depara el mundo de las telecomunicaciones. No es para esperar menos, ya que en 20 años hemos pasado de transmitir texto a velocidades irrisorias de modem a poder ver películas en ultra alta definición (4K), directamente bajo demanda, sin tener que descargar nada. ¿Alguno puede imaginar dónde estaremos en otros 20 años?
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