La disfemia o más comúnmente llamada “tartamudez” puede verse disminuida parcial o totalmente en la gran mayoría de los casos si se siguen algunas pautas con el entorno que rodea al niño. Cuando decimos entorno nos referimos al ambiente escolar, familiar y en definitiva a todas aquellas personas que están presentes en los ambientes sociales que frecuenta el niño. Es muy importante que tanto en el entorno escolar como en el familiar se siga una línea paralela a la hora de tratar el caso. Esos errores que tiene no deben provocar sentimientos de vergüenza o sentimientos positivos por “hacer gracia” a los demás. Es de gran importancia que la ansiedad y el miedo no se vinculen a las situaciones de comunicación.
Ante una situación así se pueden seguir pautas como estas:
- Diariamente hablar de modo sistemático con el niño entre 15-20 minutos, comentar lo hecho a lo largo del día, contar anécdotas etc.
- Siempre sin prisas, de modo tranquilo y agradable demostrando que se disfruta con la conversación. Si es necesario, los padres también deben aprender a modificar su habla para endentecerla y hacer la conversación más relajada y simple.
- Mantener el contacto ocular, la escucha atenta, mostrar interés por lo que dice, que se le comprenda, etc. Fijar la atención en lo que dice, no en las faltas de fluidez.
Nosotros también debemos hablarle despacio, relajado y simple; y darle tiempo para que se exprese. - Hacer más comentarios y menos preguntas.
- Usar un vocabulario propio de su edad. Hablándole con frases cortas y sencillas, adecuadas a su nivel de madurez.
- Nunca llamarlo ni calificarlo de tartamudo, es preferible referirse a sus dificultades como bloqueos o repeticiones.
- No corregir directamente su forma de hablar ni hacerle repetir lo que acaba de decir, un modo apropiado es introducir en nuestra respuesta el modelo correcto de las palabras que ha dicho con disfluencias.
- Cuando diga que sabe que no habla bien hay que recordarle que muchas veces si que habla bien. Se le puede reconocer que efectivamente algunas veces no habla bien porque le cuesta trabajo comprendiendo sus dificultades y apoyándole emocionalmente para que vea que cada vez lo hará mejor, es muy importante elevar su autoestima.
- Reforzar frecuentemente sus aspectos positivos en general, para proporcionarle mayor seguridad en sí mismo.
- Es bueno reducir el nivel de exigencia, no solo a nivel del lenguaje, también en relación a su conducta planteando objetivos realistas.
Debemos tomar la tartamudez con naturalidad, disminuir las situaciones que le puedan causar tensión. Situaciones tales como estar ante un grupo muy grande, esperar el turno para hablar, que le pidan que repita lo que dijo o una mezcla de emociones puede aumentar la severidad.
No se le debe interrumpir ni corregir cuando esté hablando. Mejor dejarle terminar su mensaje, escucharle y hacer que participe si quiere en las actividades escolares con total naturalidad. Si se atranca demasiado o vemos que está entrando en tensión tras unos segundos sin poder decir lo que quiere, le decimos que no pasa nada, que lo deje y dentro de un rato nos lo diga, le restamos importancia y le brindamos apoyo y cariño.
Valorar sus logros positivamente, sus puntos fuertes y evitar el exceso de críticas. Por supuesto, dejar que se exprese en todo momento tanto ante personas mayores como de su edad.
Deja una respuesta