La forma de comportarse del ser humano viene básicamente determinada por los pensamientos que se generan en la mente. Depende de los pensamientos así se actúa, por lo que podemos conocer mucho de los demás observando cómo se comportan y lo que dicen. Las personas tienen un diálogo interno, es decir hablamos con nosotros mismos continuamente y generamos cientos, miles de pensamientos que son la causa de la forma en la que nos vamos a desenvolver en nuestro día a día. Es importante aquello que nos ocurre pero mucho más importante es la forma de gestionar aquello que nos ocurre. Es decir, la forma de ver lo que nos pasa va a determinar en un alto porcentaje una forma de vivir más o menos plena, más o menos estable y feliz.
Imagínate que desde que te despiertas la mayoría de tus pensamientos son negativos, fíjate, puede que incluso ni te hayas dado cuenta. Si te paras un poco y empiezas a analizar tus pensamientos vas a aprender mucho sobre quién y cómo eres.
Los pensamientos negativos, los prejuicios hacia nosotros mismos y los demás hacen que llevemos vidas insatisfechas. Uno debe pensar de sí mismo como le gustaría que lo hiciese la persona que más le quiere en este mundo. No quererse a nivel narcisista o egocéntrico, sino con aceptación y amor. Verse a uno mismo con todos los defectos y virtudes. Saber perdonarse a uno mismo cuando se cometen errores y poner empeño en mejorar pero sin flagelaciones que minan nuestra autoestima y nos bloquean. Fíjate en cómo te hablas a ti mismo y a la imagen que tienes de ti. Si no es una imagen positiva es muy difícil que los demás te valoren como te mereces. Debes encontrar lo bueno que hay en ti y valorarte y aceptarte. Trátate como si fueses tu mejor amigo o amiga. Pero no olvides la autocrítica y la ilusión por mejorar y evolucionar como persona.
Los pensamientos negativos hacia los demás nos convierten a veces en personas intolerantes y algo mezquinas. Hacemos juicios de valor alegremente y no solemos ponernos en la piel de los demás. Trabajar este aspecto de nuestra vida puede mejorar nuestras relaciones familiares y de amistad. Mirar a los demás con respeto y cariño y tratarlos de esa manera sería un paso más hacia una mayor evolución personal.
Queda hablar de los pensamientos negativos sobre las circunstancias que nos ocurren. Fíjate también en los pensamientos que tienes respecto de aquellas situaciones de tu vida. ¿Son mayormente pensamientos positivos o negativos? Dentro de los pensamientos negativos existen un amplio rango de ellos y en Psicología se suelen analizar y trabajar dentro de una terapia Cognitivo-Conductual.
Los psicólogos ayudan a muchas personas a tomar conciencia de que los pensamientos son básicamente la causa de cómo se comportan y de cómo afrontan tanto lo bueno como lo malo que les ocurre. Ser consciente de esto puede transformar tu vida completamente. Puede que no te conozcas apenas y que no sepas el por qué no terminas de encontrar una estabilidad psicológica y emocional.
Cuando alguien hace un comentario malicioso o tiene un mal gesto suelo pensar, “¿qué será lo que pasa por su mente?”, “seguro se encuentra mal consigo mismo/a”, “¿cuál será el diálogo interno de esa persona para actuar así?
Muchas personas viven realidades paralelas, muy alejadas de cómo son las cosas en realidad pero se empeñan en que tienen la verdad absoluta y sufren realmente porque se encuentran en un bloqueo del que no saben salir. El primer paso es analizar esa forma en la que nos hablamos y vemos a nosotros y a los demás. A partir de ahí se puede avanzar muchísimo y encontrar soluciones a muchos problemas. Si crees que ese puede ser tu camino te animo a emprenderlo cuanto antes.
“Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica, su destino”. Henry David Thoreau (1817-1862) Escritor, poeta y pensador.
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