Durante el crecimiento, los niños pasan por diversas etapas, y también lo hacen sus dibujos, que nos pueden dar pistas sobre su comportamiento y personalidad. La interpretación del dibujo infantil es una fuente de información, a través de los dibujos los niños dicen muchas cosas de sí mismos. El dibujo se puede convertir, en algunos casos, en el termómetro del estado de ánimo del niño, ya que traduce lo que el niño siente, piensa, desea, o lo que le inquieta
La etapa del garabato: de los 2 a los 4 años de edad. Al principio son trazos desordenados, sin ninguna lógica ni mayor intención que la de rellenar el papel. A los 2 años, aparecen trazos agrupados, aunque no representan ninguna figura en concreto, y empiezan a experimentar con colores.
Sobre los 3 años aparece la representación de la figura humana. También suele dibujar objetos de su interés como un coche o una casa. En esta etapa, el dibujo ya tiene una intención de comunicar situaciones, personajes y emociones. Entre los 3 y 4 años, la figura humana que dibujaba solo con piernas y cabeza ahora tiene cuerpo y brazos
Como en otros aspectos del aprendizaje, cada niño es un mundo y su evolución será distinta, y algunos desarrollarán habilidades más pronto que otros. Es muy recomendable motivar y acompañar al niño durante el proceso de dibujo en la etapa infantil.
A los 5 años aparece la diferenciación: el niño introduce rasgos diversos como el tamaño, el pelo o la expresividad.
Entre los 5 y los 9 años el dibujo se consolida acorde con cada niño pero manteniendo algo en común: la intención comunicativa. El niño muestra su mundo interno (sensaciones y emociones), si bien no siempre explícitamente. Las figuras humanas interactúan entre ellas y con los objetos y entorno en el papel.
La etapa esquemática: de los 7 a los 9 años de edad. En esta etapa, las formas al fin se ven definidas. Incluso dibujan muchos detalles. Los niños ya no dibujan las figuras flotando. Aparece una línea horizontal que simboliza el suelo y los dibujos se acompañan por varias personas y objetos que llenan el espacio.
Si el niño tiene ganas de dibujar, anímale siempre a que lo haga. Lo ideal es que todos los niños pudiesen tener, desde la más temprana edad, algún contacto con el lápiz y el papel para aprender a dibujar. Empezarán con garabatos, y luego seguirán dibujando formas más reconocibles. Cuanto más dibujen los niños, mejor dibujarán, y más beneficios notarán en su desarrollo. El dibujo facilita y hace evolucionar el niño
¿Qué aspectos observar?
- ¿Cómo coge el lápiz? Si lo agarra fuerte puede indicar tensión. En este caso se aconseja indicarle de forma tranquila cómo cogerlo, pero evitando presionarle.
- Mirada y actitud. Debemos observar si el niño disfruta con la actividad o si por el contrario no presta atención. Si no está pendiente mientras dibuja está bien intentar que atienda, pero sin forzarlo.
- Espacio que ocupa en el papel. Ocupar todo el espacio se relaciona con confianza y seguridad, mientras que dibujar en un espacio reducido se asocia con timidez e introversión.
- Colores preferidos. Los colores que más utiliza el niño al dibujar pueden dar una idea sobre ciertos aspectos de su comportamiento y carácter.
- Agresividad, desobediencia. Trazos rectos muy alargados y ascendentes. Destacan los dientes, y los brazos suelen ser largos, con garras en lugar de dedos.
- Ansiedad, temor. El grafismo es reducido, y las caras poco expresivas. El sombreado de la cara puede indicar ansiedad. Algunos niños se dibujan dentro de una casa o un coche, algo que les proteja del exterior.
- Motivación para el aprendizaje y la escuela. Los dibujos están bien proporcionados, y las caras son expresivas y con grandes ojos. Detalles como pequeños animales (caracoles, mariposas). El dibujo está centrado y ocupa buena parte del papel.
- Inseguridad. El trazo es irregular, con fallos y rectificaciones. Las figuras suelen ser pequeñas, y los brazos se dibujan pequeños y/o pegados al cuerpo.
- Autoestima. Hay una buena organización del espacio. Las personas tienen los brazos y manos abiertas, y una expresión alegre.
- Autocontrol. El dibujo es simétrico, los trazos ondulados y las formas bien proporcionadas. Si está coloreado no se traspasan los límites del contorno.
Aprender descubriendo formas y colores es un aprendizaje motivador, activo, crítico, flexible, es el método natural de aprendizaje La “Expresión artística” y el uso de diferentes técnicas plásticas en edades tempranas, promueven el desarrollo cognitivo, motriz, sensitivo y emocional; potencia la creatividad, fortalece la autoestima y les ofrece la posibilidad de poder expresar su mundo interior, sus fantasías, su imaginación y sus emociones, ayudándoles a comprender y a pensar, mediante una actividad completamente atractiva y placentera para los niños, como lo es dibujar.
Deja una respuesta