Al emblemático patio de Larga 70
En El Puerto existe un patio
donde el café no se enfría
aunque lo bebas despacio,
donde se citan amantes,
donde se cuecen los tratos,
donde se apetece un cante
que se pare susurrando.
En él no mandan las flores,
es el sol el que, brillando,
posa sus alas gigantes
sobre el cielo de los años.
Nacen en él dos caminos,
y es tu elección tomarlos
uno te lleva a la vida,
otro te conduce al llanto,
uno es la pasión de amores,
otro un secreto de estado,
sendas de peregrinaje,
guaridas para el descanso,
inspiración a raudales,
mil desayunos diarios,
fortín contra tempestades ,
rincón de espera y de paso
que muere en sus barandales
¡Que embrujo tiene este patio!
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