Estamos viviendo una época dorada para lo retro: se han vuelto a poner de moda los años 80. Series de televisión como “Stranger Things” son la mejor prueba de ello, hay un montón de gente deseando consumir contenido que les haga rememorar sus años gloriosos. Por ejemplo, Nintendo lo sabe y sacó hace algunos meses una nueva versión de su consola NES. El resultado: se agotó en un tiempo record, con reventas en eBay a precios exorbitantes.
Sin embargo, no hace falta hacerse con una de estas consolas “nuevas-retro” para poder disfrutar de los juegos que tantas alegrías nos dieron cuando pequeños. Desde que el tiempo es tiempo, siempre ha habido un movimiento dedicado a emular (con mayor o menor acierto) estas consolas en los ordenadores personales.
¿Emulador?
Si nos vamos a nuestra querida RAE, la definición de emulador es la de algo que “imita las acciones de otro procurando igualarlas e incluso excederlas”. Así pues, no se trata ni más ni menos que de un programa que intentará igualar o mejorar el rendimiento de una consola de videojuegos en nuestro caso. Normalmente suelen estar compuestos por dos grandes elementos: el emulador en sí (el programa que emula la consola), y las ROMs (ficheros que contienen juegos)
Lo interesante de todo esto, está en la segunda parte de la definición de emular, y es que, en muchos casos, nuestro ordenador puede mejorar considerablemente la calidad gráfica del juego en cuestión, por lo que podremos jugar a juegos antiguos con un lavado de cara bastante importante. Normalmente los emuladores siempre van una generación retrasada, por lo que por ejemplo ahora se consigue emular perfectamente juegos de un par de generaciones anteriores de consolas.
Recomendación personal
Podemos encontrar un número muy grande de distintos emuladores para cada una de las plataformas existentes, cada uno con sus ventajas e inconvenientes:
Tercera Generación (NES/Master System). Comenzamos directamente con la tercera generación de consolas, a partir de las cuales se popularizaron en los entornos domésticos. No cabe decir que la capacidad de proceso de estas consolas es muy limitada, por lo que la emulación está asegurada incluso en los ordenadores más rudimentarios. Para la máquina de Nintendo NES mi favorito es sin duda Nestopia, y para la Sega Master System el Kega Fusion. A ambos se les pueden aplicar filtros de procesado de video, con lo que podemos ponerlo a nuestro gusto.
Cuarta Generación (Super Nintendo/Mega Drive). Para muchos una de las mejores generaciones de consolas de toda la historia, que podremos volver a disfrutar de la mano Snes9x (SNES) y Kega Fusion (Mega Drive). Al igual que la anterior, soportan mejoras gráficas.
Quinta Generación (Nintendo 64/PlayStation). En el momento que las consolas dieron el salto a las 3D, hubo un incremento significativo en la capacidad de proceso, por lo que la emulación de estas máquinas fue complicada hasta que los ordenadores personales mejoraron también. Project64 (Nintendo 64) y PCSX (PlayStation), nos permitirán mejorar mediante distintos procesados la calidad.
Sexta Generación (GameCube/XBOX/DreamCast/PlayStation 2). Esta generación es la última que se puede emular sin problemas, con una mejora gráfica decente y un catálogo de juegos lo suficientemente amplio. Dolphin es el emulador por excelencia para Nintendo GameCube, rendimiento sin igual y una compatibilidad excelente. Para DreamCast tenemos NullDC, y para PlayStation 2, PCSx2. Hay que recalcar que muchos de estos juegos con el procesado adecuado y reescalados a FullHD o 4K, se ven increíbles.
Séptima Generación (Wii/XBOX 360/PlayStation 3). En esta generación tenemos una de cal y otra de arena. Las dos últimas (Xbox 360 y PS3) tienen una emulación bastante deficitaria, hay muchos juegos que no funcionan y los que sí, no tienen un rendimiento adecuado. Podemos mencionar RPCS3 para PS3 y Xenia para Xbox 360. Para Nintendo Wii, podemos usar el mismo que para GameCube, Dolphin. Que además incluye soporte por Bluetooth para los mandos tan curiosos que tenía la Nintendo Wii. Aunque el catálogo jugable es bastante amplio, muchos de los juegos requieren este controlador para operar, por lo que nos limitará mucho si no poseemos uno.
Octava Generación (Wii U/XBOX One/PlayStation 4). Aquí es donde lamentablemente, tenemos que parar. La emulación para esta generación está muy verde, y casi limitada a la primera consola de la lista, la Nintendo Wii U. Dado que es la que menos potencia gráfica tiene de las 3, es las más fácil de emular. Aun así, se necesita un PC bastante potente para llegar a un nivel decente de emulación. CEMU es mejor candidato para ello, pero solo un puñado de juegos funcionan correctamente. Para el resto, el estado es aún más prematuro.
Menciones honoríficas:
retroARCH. Más que un emulador es un entorno gráfico para emuladores. Una vez instalado, tienes que descargar los distintos “cores” que es la denominación que reciben cada uno de los códigos para emular una plataforma. Funciona para casi todas las consolas anteriores que hemos mencionado en esta lista.
MAME. Bajo el acrónimo “Multiple Arcade Machine Emulator” se encuentra el emulador por excelencia, surgió en 1997 para emular las máquinas recreativas típicas de los bares. Así que, si más de una vez te has gastado la vuelta de la compra en un par de partidas, es tu emulador.
Recordatorio
Es importante recordar que la emulación sólo está permitida en el supuesto que dispongamos del medio físico que estamos emulando. Es decir, sólo podremos jugar a los juegos que ya tengamos. Si descargamos ROMs de juegos que no tenemos, estaremos incurriendo en una ilegalidad y el lector debe atenerse a las consecuencias la misma.
Así pues, no se darán indicaciones desde el Gadgetoscopio de cómo conseguir las ROMs de los juegos, y será la tarea del lector encontrarlas.
Imagen: Playbuzz
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