El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, ha resaltado el pasado sábado la figura del escultor granadino del barroco, pero que desarrolló su trabajo en Málaga, Pedro de Mena, del que ha destacado que en vida gozó de un prestigio que es más propio del “artista contemporáneo”, debido a la proyección de sus obras religiosas.
“Estamos aquí hoy para honrar a uno de los grandes artistas de España. El granadino Pedro de Mena y Medrano desarrolló su arte en Málaga entre 1658 y hasta su muerte en 1688”, ha detallado durante la inauguración de la exposición monográfica ‘Pedro de Mena, Granatensis malacae’, organizada por la Diócesis de Málaga y que acoge el centro de arte del Palacio Episcopal.
Guirao ha estado acompañado por la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el obispo de la Diócesis de Málaga, Jesús Catalá; el comisario de la muestra, José Luis Romero; el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, y el director de Actuaciones Socioculturales de la Fundación Unicaja, Rafael Muñoz.
Durante su intervención, el ministro ha resaltado que el escultor es “una figura fundamental, ya que en vida gozó de un prestigio social que solemos asociar más bien a un cierto tipo de artista contemporáneo, aquel cuyas obras alcanzan precios muy elevados, son alabadas por la crítica y deseadas por los coleccionistas y hasta copiadas o falsificadas por otros artistas”.
“Esta concepción actual del artista de éxito coincide con la vida de Pedro de Mena, uno de los mejores, si no el mejor escultor que ha dado el barroco hispano”, ha añadido.
Asimismo, ha recordado que “medio siglo después de su muerte, en 1724, el pintor y teórico cordobés Antonio Palomino, a quién podríamos considerar benévolamente el Balzac español, le dedicó los elogios más entusiastas, sin embargo, a lo largo del siglo XIX su recuerdo quedó empañado por el de su maestro Alonso Cano”.
Sin embargo, esto cambió en el siglo XX cuando “llegó otro malagueño a reivindicar la originalidad de sus obras, fue el crítico Ricardo Orueta, escultor de formación; gracias a él las obras de Pedro de Mena volvieron a ser estudiadas y valoradas como lo que son”.
En este punto el ministro ha resaltado que el trabajo de Mena es “el espíritu del barroco hispano, convertido en realidad corpórea y tangible gracias a un asombroso dominio de la talla, en madera y del color aplicado por expertos pintores bajo su dirección”.
Esta exposición llega 30 años después de una “modélica” que se celebró en Málaga coincidiendo con el tercer centenario de la muerte del artista, cuando Guirao era director general de Bienes Culturales en la Junta de Andalucía, tal y como ha recordado también el comisario de la muestra, motivo por el cual fue llamado para formar parte del comité de honor del obispo.
“Desde entonces y hasta aquí, el desarrollo de la técnica ha hecho posible la identificación y la restauración de nuevas obras. El público del siglo XXI se va a encontrar en esta maravillosa exposición con una figura crecida en el tiempo”, ha destacado Guirao.
Precisamente, por estos motivos ha apoyado el Ministerio de Cultura a esta “nueva vocación de la fuerza creativa del escultor que mejor supo materializar la presencia de lo trascendente” y ha indicado que esto “tenía que ser proporcional a la importancia de esta nueva cita”.
“No hay mejor ejemplo que la presencia en la exposición, junto con otras obras procedentes de los museos nacionales, de uno de los iconos de la escultura hispana y europea: la imponente imagen casi viva de la Magdalena Penitente, realizada, como proclama la inscripción de su peana, por un granadino de Málaga”, ha finalizado.
Por su parte, Patricia del Pozo ha destacado que la exposición “nos ofrece una oportunidad única para revisar la vida y la obra de Pedro de Mena, uno de los grandes artistas del Barroco, capaz de levantar un territorio artístico personal, poniendo la intensidad al servicio de la fe”.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico ha calificado a Pedro de Mena como un artista “gigantesco, complejo, sabio y exigente” hasta conseguir alcanzar “la cumbre de la imaginería religiosa del siglo XVII”.
Del Pozo ha afirmado que esta exposición demuestra, una vez más, que “es en los templos, en los conventos y en las cofradías andaluzas donde están algunas de las piezas más sublimes del tesoro cultural de Andalucía”, por lo que ha anunciado que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico “prestará especial atención a la conservación y la difusión del patrimonio religioso”.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Málaga ha resaltado la exposición como “uno de los grandes hitos culturales de la provincia” y ha animado a visitar la muestra.
En este sentido, Salado ha indicado que entre las obras que componen la exposición se encuentran una proveniente de Antequera y otra de Fuengirola, además de una docena de Málaga capital y de algunas colecciones privadas. Asimismo, ha señalado que “supone una magnífica proyección cultural de la provincia por su fuerte impacto”.
Asimismo, el alcalde de Málaga ha destacado que “hablar de Pedro de Mena es algo muy especial”, porque en la ciudad existe la Hermandad de Mena, porque el artista hizo un Cristo, que aunque ya no existe, “es tan mítica la figura de Pedro de Mena” que la cofradía continúa con su nombre, ha explicado.
Al respecto ha resaltado la “sillería” magnífica del coro de la catedral y ha recordado la rehabilitación de la casa taller del escultor en calle Císter, el convento cercano donde tres de sus hijas fueron religiosas, que desde el 2010 es el Museo Revello de Toro, donde hay en la planta baja un centro de interpretación de Pedro de Mena.
Finalmente, el obispo de la Diócesis de Málaga ha destacado que la Iglesia Católica “siempre ha apostado por la cultura y el arte” y ha resaltado el “gran realismo” de las texturas y facciones del Cristo de Mena, una reproducción “exacta” del que lleva Magdalena en sus manos.
LA EXPOSICIÓN
Está compuesta por un centenar de piezas y podrá visitarse hasta el 14 de julio en horario de 10.00 a 21.00 horas ininterrumpidamente todos los días de la semana. El precio de la entrada general es de seis euros, reduciéndose a cuatro euros para residentes en la provincia de Málaga, grupos y entradas especiales.
Cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Málaga, Diputación de Málaga, Unicaja Banco y Fundación Unicaja. Asimismo, colaboran, catedral de Málaga, Junta de Andalucía, Colnaghi, Gámez Pinazo, Garántia, UMAS, Fundación Abadía del Sacromonte, Iuris Catedra, Comunidad de Madrid, Fundación Victoria, Pablo Pastor y Casa Diocesana Málaga.
La muestra cuenta además con el apoyo científico y económico de la Consejería de Cultura a través del comisario de la exposición, José Luis Romero, conservador y técnico de la Junta de Andalucía especialista en escultura barroca, y de un ciclo de conferencias, complementario a la muestra, en el Museo de Málaga.
El ciclo está compuesto por diez conferencias a cargo de catedráticos y profesores de Historia del Arte de diversas universidades andaluzas, quienes ahondarán en algunas de las peculiaridades y hechos más significativos del escultor.
Fotografía: Lorenzo Carnero.
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