El pasado mes de junio nos dejó Bernabé Tierno, gran psicólogo y pedagogo español que escribió numerosos libros donde nos dejó sus teorías y consejos para afrontar de forma más saludable nuestras vidas. En su libro “Kárate mental. Manual de defensa personal contra los golpes de la vida”, nos explica cómo debemos actuar ante las personas o situaciones difíciles que nos vamos encontrando en nuestro día a día, y se basa en la filosofía oriental de las artes marciales.
El ‘kárate mental’ se presenta como un manual de defensa ante los golpes que recibimos a lo largo de nuestra vida. Desde pequeños nos encontramos con multitud de ocasiones que hacen que nuestro carácter y personalidad se vayan forjando, y según mi opinión, si desde nuestra infancia se nos enseñase a cómo gestionar las emociones, resolveríamos de manera más adecuada esas situaciones difíciles.
La mayoría de estas situaciones son provocadas por la interacción con los demás. Cuántas veces perdemos los nervios o estamos a punto de perderlos porque nos encontramos con alguien que nos lo pone realmente difícil. Es en este punto donde el gran Bernabé Tierno nos explica su teoría, “el karateca mental en vez de partirle la cara al contrario opta por romperle los esquemas”.
La reacción natural del ser humano ante un episodio de tensión es, ante un ataque, la defensa inmediata, de forma primaria y visceral. La mayoría actuamos de forma casi automática, ante un insulto, un mal gesto, una provocación, se nos activa un resorte en el que respondemos de igual manera. Bernabé nos propone una manera diferente de enfocar los problemas con la gente que nos rodea, ya que según él, “en esta vida todo se puede lograr con buenas formas, respeto a los demás y una actitud positiva e inteligente que abre siempre el camino, sean cuales sean las circunstancias”.
Estos son los requisitos de Bernabé Tierno para gestionar personas y situaciones complicadas:
Llaves mentales para parar el golpe:
- Autocontrol y buen soporte psicofísico, mental y emocional. Mens sana in corpore sano.
- Serenidad, sosiego, paz interior, templanza.
- Sociabilidad.
- Optimismo vital, actitud positiva.
- Valentía, fortaleza de espíritu.
- Buen carácter: simpatía, sentido del humor y entusiasmo.
- Libertad para programar tu vida. “El timón lo llevas tú”.
- Actitud resiliente. Capacidad de adaptación, flexibilidad y resistencia.
- Gimnasia mental y emocional. “Crear nuevos hábitos positivos para que los lóbulos prefrontales mantengan la serenidad”.
- Bondad. “Tienes que conseguir que el otro sea mejor persona y convertir el mal en bien”.
Todo esto queda muy bien en la teoría, pero ¿cómo se hace?, ¿cómo podemos cambiar nuestra forma de actuar para poder desarrollar esta técnica y mejorar nuestra salud mental y como consecuencia nuestra vida? Debemos ante todo mostrar un autocontrol y una seguridad dignas de desmontar al que tenemos enfrente. Vamos a verlo con un ejemplo: Tu jefe te insulta y te dice que eres un inútil delante de los demás porque has cometido un error. Posible manera de actuar: gritarle y enfrentarte a él o mantener la serenidad y cuando se haya calmado decirle “siento haberme equivocado y te agradecería que en el futuro te dirijas a mí con mayor tranquilidad”. Esto sería un ejemplo de las múltiples opciones pero la persona que está enfrente se queda descolocada ante una actitud impasible y serena.
Debemos demostrar a esa persona que su actitud no cambia, ni nuestra vida ni nuestro modo responsable de actuar y que no tiene dominio real sobre nosotros. De esta forma, “lograremos desmontar al adversario mediante nuestro propio autocontrol”, indica el escritor.
“El Kárate Mental consiste básicamente en mantenerse en paz y en equilibrio interior con un gran autocontrol ante las adversidades y hacia las personas problemáticas, y después, tratar de que quien nos crea el problema, por la forma inteligente en que procedemos, se venga a nuestro lado sin perder su autoestima y su sentimiento de competencia, y sintiéndose mejor como persona”, explica Tierno.
De todas formas, el autor diferencia entre dos tipos de personas, las que por ignorancia no saben cómo afrontar ni gestionar sus emociones negativas, que actúan de forma impulsiva, y ahí es donde nosotros podemos mediante nuestro comportamiento, enseñarles que existe otra forma de hacer las cosas y podrían aprender de nosotros. En cambio, hay personas que disfrutan creando conflicto y haciendo daño a los demás, serían tipos de personalidades tóxicas que no aprovecharían una mejora o evolución, ya que se sienten cómodos y a gusto en la confrontación. En estas ocasiones, debemos ser ágiles mentalmente y saber si estamos ante uno u otro caso. A veces, es mejor tomar distancia y alejarse en la medida de lo posible de ciertas personalidades que no van a aprender pero que nos crean malestar. El mismo autor aconseja ignorar a este tipo de personas.
Piensa posibles ejemplos de utilizar el kárate mental, llévalo a la práctica, prueba y verás que consigues resultados inmediatos. Cambiará tu forma de relacionarte con los demás y aportarás a tu vida mayor serenidad, paz y bienestar.
Eres lo que piensas y sientes, pero sobre todo eres lo que haces. Bernabé Tierno
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