La curiosidad es una cualidad humana pero los gatos no se quedan atrás.
Hemos visto aparecer gatos en Coín y al leer su chip detectar su origen en Caleta de Vélez. A veces ven furgonetas de reparto con puertas abiertas y allí van y se meten a curiosear, la puerta de cierra, emprenden el viaje hasta que se vuelve a abrir…vaya uno a saber dónde.
Luna era un caso de éstos, apareció en el jardín de unos vecinos de Torre del Mar. Zona de jardines y que deben su nombre a ello, Jardines del Rocío.
Le dieron alimento y agua pero no se atrevieron a dejarla entrar a su casa, así siguió durante varios meses hasta que un buen día…se apareció con otro gato…
De inmediato al veterinario a ver si la puede esterilizar antes que se llene la casa y los jardines de más gatos. Sabemos de sobra lo fácil que se reproducen como también lo dramático que puede ser el llamado del sexo a las tres o cuatro de la madrugada.
Cita para el día siguiente y allí vino una hermosa gata de la raza Bosque de Noruega, pelo largo y colores que semejan el negro con el fuego. Se prepara la mesa y el instrumental, doy la sedación para poder proceder a depilar y preparar la operación.
Sin mas, y previa anestesia se procede a operar pero allí surge un caso muy peculiar…no hay órganos femeninos a la vista y recién caigo en la cuenta que pudiera ser un macho por lo cual busco sus genitales …que tampoco están…si no es hembra y no es macho, entonces ¿qué és?
Termino la operación y espero que despierte normalmente con la duda sobre su sexualidad. En eso estaba cuando se me ocurrió que, como fue un animal que “apareció” en el jardín, que por esas cosas tuviera un microchip puesto y que la gente que la cobijó no se las hubiera ocurrido esa posibilidad… Conecto el lector y lo apunto al cuello con la sorpresa que ¡pita! Tiene chip, lo leo y voy al ordenador para aclarar muchas cosas, la primera. Es que tiene dueño que lo debe estar buscando y segundo…si tiene sexo y ¡cuál es!
La pantalla sale muy clara y explícita: Se llama MORFEO Y CORRESPONDE A ¡UN Macho castrado!
Con su largo y hermoso manto de pelo se fue a su casa, con una sutura que no hubiera sido necesaria pero… gracias a esa sutura encontró el camino a su casa en Almuñecar, después de pasar una temporada de vacaciones en la hermosa ciudad turística de Torre del Mar y gracias a que aún queda gente que protege a los animales y están dispuestos incluso a costear una cirugía por ellos.
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