Los cantantes son un ejemplo importantísimo de lo que es el trabajo con la voz; expresan su arte, su personalidad y sus emociones. Pero deben tener cuidado porque pequeñas alteraciones en el organismo pueden causar problemas en la voz cantada. Al cantar se cuidan aspectos como la respiración, el apoyo del diafragma, ese músculo que muchos desconocen que tenemos y tan importante es, el ataque vocal y la conexión de la emisión vocal con la colocación correcta en los órganos resonadores.
El profesional además, debe preocuparse de aspectos como la temperatura, la humedad y la acústica del lugar donde canta. A pesar de todos estos cuidados en el canto, al hablar se puede tener mecanismos completamente erróneos. El cantante muchas veces está disfónico por saludos y fiestas posteriores a la presentación o acto sociales y no por haber cantado necesariamente. Pocos cantantes aprenden técnicas para la voz hablada sin saber que el cantante debe cuidar su voz en todo momento, tanto al hablar como al cantar.
Las personas que deben hacer un uso más intenso de la voz deben ser conscientes de que hay un considerable gasto de energía en este proceso. Es de gran importancia, por tanto, la ingesta de alimentos de fácil digestión antes de las actividades vocales, para evitar reflujos ácidos que dañen las cuerdas.
Las cuerdas vocales son un símbolo personal de nuestra identidad,no te esfuerces para cantar en tonos que no te sean cómodos o estarás perjudicándolas seriamente.
Debemos de estar muy pendientes de los signos fisiológicos de nuestro cuerpo ante el cansancio. Si no podemos evitarlo el mejor remedio será el reposo vocal. Ante una situación de mucho esfuerzo la tarea de reposo vocal no debería durar más de dos días. Si en ese tiempo no desaparece el problema de cansancio, debemos acudir al logopeda como siempre que estemos ante situaciones críticas para la voz, sus consejos son muy importante. En muchas ocasiones, la voz puede fallar por situaciones de estrés, ansiedad… La voz es un factor determinante psicológico pues plasma muy fielmente nuestro estado anímico, físico y orgánico. Por poner un ejemplo, las grandes óperas no son representadas en días consecutivos con los mismos cantantes. Debemos cuidar nuestro instrumento más valioso de comunicación.
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