• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal
  • Saltar al pie de página
  • Mi cuenta
  • Anuncia tu empresa
    • Tamaños
    • Información
  • Quiénes somos
    • El TODO
    • Distribución
    • Redes sociales

Revista Todo

Revista Quincenal Gratuita

¿BUSCAS UNA EMPRESA?

  • Artículos
    • Medio ambiente
    • De la planta a tu piel
    • ¡Anda Ya!
    • Mente sana II
    • ComunicaT
    • Aprende bien
    • Un Geek en Munich
    • CódigoAbierto
    • Deporte local
    • El rincón Andaluz
    • Literatura Juvenil
    • Mundo Mascotas
    • Musas poéticas
    • El rincón del Jurista
    • Don Dinero
    • A simple vista
    • Made in Vélez
  • Anuncios breves
    • Renovar anuncio
    • Publicar anuncio
    • Responder al anuncio
  • Farmacias de Guardia
  • Empresas
  • Loterías
Portada » Las aventuras de Peto, un detective completo (XXII)

Las aventuras de Peto, un detective completo (XXII)

1 marzo, 2021 por Francisco Aurelio Dávila Deja un comentario

Ignacio nos invitó a una mariscada en el bar de Pedro. Marina había comprado los mejores maricos en las pescaderías.


—¡Pedro!, la centolla está de muerte, ¿de dónde es?
—Gallega. Marina cuece muy bien el marico lo notaréis al pelar las gambas blancas de Huelva y las rojas de Denia.
—Hay quién come para vivir, hay quién vive para comer, y los del norte vivimos comiendo –comentó Ignacio riéndose mientras partía la boca de un bogavante.
—Mis socios se extrañaron al revisar la contabilidad de que no apareciera ninguna factura del detective misterioso que resolvió el caso de los ladrones de la lonja*. Actuó de forma altruista, sin ningún ánimo de lucro –les dije.
—¡Toma!, te mandan este regalo.
Mis manos recogieron una cajita roja rodeada de una cinta roja con su lazo.
—¡Qué lo abra! ¡Qué lo abra! –gritó mi hermana como si fuera mi cumpleaños.
Era una pulsera de oro con el nombre de “Peto”.

Después de darle las gracias, la cajita fue de mano en mano para que todos pudieran contemplar la pulsera.

—¡Yo quiero otra igual! –gritó mi hermana.
Como insistió tanto, le regalé el lazo rojo, así no nos montaría el numerito de la pataleta como nos montaba en casa de vez en cuando para conseguir algo.
—Ahora te expondré otro caso. Hace un mes me robaron “el mercedes negro” que tenía. No es por su valor económico, es por el sentimental, fue mi primer “mercedes” y le tenía mucho aprecio. Ocurrió el mismo día que le cambiaron la tapicería.
Saqué mi libreta para anotar algunos datos. Anoté el número de matrícula y la fecha y el lugar donde fue robado.
—Alguna vez se derramó dentro del coche algún líquido oloroso—
Esta vez fue María José la que habló.
—Ignacio, ¿te acuerdas aquella vez que frenaste en seco para no atropellar a un perro y se derramó mi frasco de perfume?
—¡Es verdad!, fue hace más de cinco años. Recuerdo que Esperanza tenía un año e íbamos a un restaurante a celebrar su cumpleaños.
—¿Usa todavía el mismo perfume?
—¡Claro!, no lo cambiaría por ningún otro. ¿Para que lo voy a cambiar si nos gusta a los dos?
—Entonces, lo lleva en el bolso.
—Yo nunca salgo de casa sin él.
Cogí el frasquito, lo desenrosqué con mucho cuidado echando un par de gotas en una servilleta de papel que después guardé en un pequeña bolsa de plástico.
—Mañana tienes resuelto el caso del “mercedes negro”.
—“Dame los datos que tengas Peto. Tengo aquí a Rex y está muy nervioso, no sé si lo podré contener mucho tiempo— me comunicó mi pariente mientras dormía.
—¿Encontraste “el mercedes” – preguntó Ignacio nada más entrar en el bar de Pedro.

En vez de contestar, le pasé una octavilla con la información.
El automóvil estaba en el puerto de Barcelona, ahora era blanco y tenía ruedas nuevas, también tenía otra matrícula. Esperaban una documentación falsa para enviarlo a un país árabe. Ignacio se puso en contacto con el comisario de su ciudad y le pasó la información. Éste a su vez, contactó con uno de sus colegas de la ciudad condal. En los postres sonó la musiquilla del móvil de Ignacio.

—Gracias a tu informe, se han podido recuperar una docena de coches robados de alta gama. El capitán y seis marineros, están prestando declaración en la comisaría portuaria. Si quiero recuperar mi coche, tendré que acercarme a la capital catalana.

La que salió ganando fue su mujer. Cientos de veces le había dicho a su marido que pintara el coche de blanco y ahora se lo habían pintado gratis. Las nuevas ruedas costaban un pastón. ¡No hay mal que por bien no venga!, pensé—

Gracias por compartir

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Barra lateral principal

Ya puedes ver la edición #854 primera quincena de julio

Anuncios Aleatorios

  • Búsqueda técnico seguridad
    Búsqueda técnico seguridad
    Se busca técnico en seguridad,experiencia instalaciones de alarma y contraincendios.

    [Leer más]

  • 🔹 🎁 Mercadillos navideños en Bélgica: magia, tradición y una experiencia única
    🔹 🎁 Mercadillos navideños en Bélgica: magia, tradición y una experiencia única
    🎄✨ VIVE LA MAGIA DE LOS MERCADILLOS NAVIDEÑOS EN BÉLGICA ✈️🎁 ❄️ Luces, chocolate caliente y el encanto invernal de…

    [Leer más]

Footer

Revista Todo

TODO es una revista quincenal de publicación comercial, independiente y decana de La Axarquía. Sin duda es, hoy por hoy, el medio de comunicación más conocido.

Síguenos

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Instagram
  • Teléfono
  • Pinterest
  • Twitter
  • YouTube

Contáctanos

Anuncios clasificados.
952 501 576

Publicidad profesional
696 609 158
redaccion@revistatodo.com

Buscar anuncio breve</span>

Artículos

Ejercicios de soplo en logopedia

El taekwondo local brilló en La Mancha

Nerja atletismo, subcampeón de Andalucía por equipos

Copyright © 2025 · Revista Todo | Política de privacidad | Política de cookies