El tártago, también conocido como higuera del diablo, burladora, yerba del disco, etc. (Datura innoxia), es una planta herbácea (terófito escaposo), de la familia Solanaceae, originaria de América Central, que alcanza hasta 1 m de altura. Tallo, hojas y cáliz pubescentes dando un aspecto glauco a la planta. Raíz nabiforme. Hojas grandes, enteras, con un largo pecíolo y limbo asimétrico en la base, ovadas, someramente dentadas. Flores solitarias, axilares con cáliz tubular (terminado en 5 dientes triangulares) en la floración y disciforme en estado fructífero; corola blanca o violácea, infundibuliforme, de hasta 19 cm de longitud. Fruto en cápsula ovoide (hasta 7 cm de diámetro mayor), dehiscente con cuatro válvulas, cubierta de numerosos aguijones finos para facilitar su diseminación. Semillas negras, aplanadas, con la testa reticulada.
Esta especie aparece en zonas con suelo rico en nutrientes, es decir, biotopos ruderales, cultivos de regadío y proximidades de cursos de agua articifiales. Su floración es desde mayo a septiembre. La reproducción es sexual. La diseminación es autócora e hidrócora, pero la presencia de ganchos en el fruto hace suponer que también tenga una diseminación zoócora, dirigida a mamíferos principalmente.
Es una planta de requerimientos ecológicos estrictos, necesitando, además de un suelo rico en nutrientes, unas condiciones climáticas muy moderadas, no tolerando heladas, oscilaciones térmicas o sequías. Tampoco soporta la salinidad y la sombra densa, y aunque prefiere suelos húmedos (suele prosperar en cultivos de regadío), no soporta tampoco un suelo encharcado. Estas condiciones se dan sobre todo en los agrosistemas de regadío del litoral de Andalucía, pues en el interior el clima se continentaliza.
En su lugar de origen (conocida por los aztecas como toloatxzin) tenía usos medicinales con propiedades analgésicas para las heridas, aunque también se usaba por sus efectos enteógenos, produciendo alucinaciones durante ritos iniciáticos. Ciertamente, la planta presenta unos alcaloides potentes como la atropina, escopolamina, hiosciamina, etc., similares a los que se encuentra en la mandrágora o la belladona. Tiene una larga lista de usos medicinales para afecciones tan diversas como la tosferina, infecciones vaginales, paperas, granos, etc. También se ha usado como ornamental pero en los lugares importados actualmente no tiene ningún uso, siendo considerada como mala hierba, señalada también como tóxica y peligrosa.
Su introducción en Europa fue intencional, posiblemente como ornamental o para jardines botánicos, pero no tuvo dificultada para saltar de estos compartimentos al medio natural o a los agrosistemas, donde ha llegado a ser una mala hierba. Por este motivo su impacto es fundamentalmente económico, ya que como mala hierba entre en competencia conespecies cultivadas, pudiendo actuar como reservorio de plagas, etc.). También se ha indicado un impacto social por el riesgo sanitario que supone su elevada toxicidad: las semillas son especialmente tóxicas, sobre todo para los niños de las zonas rurales y los agricultores que trabajan en parcelas afectadas por esta planta. Los efectos a nivel ecológico no han sido estudiados para España (en otros países se ha mostrado como una especie capaz de formar poblaciones densas que impiden incluso la regeneración de la vegetación cuando ha sido degradada). Por el momento, no la consideramos impactante a nivel ecológico ya que sólo se han encontrado en ambientes fuertemente antropizados.
En Andalucía, esta planta se encuentra sobre todo en las zonas bajas, costeras, donde se cumplen sus requerimientos ecológicos de tipo climático, y selecciona los agrosistemas en regadío. Por este motivo las citas disponibles están principalmente en el litoral de Cádiz, Málaga, Granada y Almería, afectando a espacios naturales como el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Para su control se recomiendan métodos físicos y químicos. Puesto que por el momento solo invade ambientes antropizados, y dada la antigüedad de la introducción de la especie, no es prioritario el control (no obstante puede estudiarse la conveniencia de eliminarla de los biotopos artificiales de espacios protegidos o de áreas de valor para la conservación). En cualquier caso, el arranque manual es factible en casos de invasiones localizadas o parcelas pequeñas (debe realizarse antes de la maduración de las cápsulas, ya que liberan fácilmente su contenido y los operarios deben protegerse los ojos y cara para evitar intoxicaciones). En cultivos, en caso necesario, puede recurrirse también al uso de herbicidas comunes, que normalmente ejercen un buen control de la especie, dependiendo del tipo y condiciones del cultivo y de si la materia en cuestión está autorizada. El nivel de dificultad se califica como bajo a escala de parcela o rodal, de medio-alto a escalas mayores, como un espacio protegido, pero su dificultad es extrema a nivel de toda la región andaluza.
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