
Si la economía es una película, los mercados financieros son el tráiler. Te cuentan —a su manera, con exageraciones y cortes rápidos— lo que creen que viene. A veces aciertan, otras se pasan de dramáticos, pero casi siempre se mueven antes de que veamos los datos “oficiales” (PIB, paro, inflación) en los titulares.








