De nombre científico Rhynchophorus ferrugineus, el picudo rojo, también llamado “gorgojo de las palmeras, es un Insecto del orden Coleoptera (tipo “escarabajo”), familia Dryophtoridae, cuyos adultos tienen el cuerpo muy duro, ovalado, de unos 19-42 mm de largo y de 8 a 16 mm de ancho, con un rostro largo y recurvado ventralmente, que en los machos está cubierto por un cepillo de setas mientras que en las hembras es liso. El submentón está encorvado. Presenta manchas oscuras en la parte superior del cuerpo. La coloración es variable, desde pardo anaranjado claro a rojo ferruginoso, opaco o brillante, con o sin manchas negras en el pronoto, de forma y número variable. Los huevos son de color blanco cremoso o amarillento, ovalado, brillante, de unos 2.6 mm de largo y 1.12 mm de ancho. Antes de que eclosionen, es posible ver a través de la cáscara las mandíbulas marrones de las larvas. Las larvas son piriformes, ápodas, blancas o blanco cremoso, con la cápsula cefálica marrón rojizo oscuro; miden hasta 35 mm de largo; su cuerpo está compuesto por 13 segmentos y aparece ligeramente curvado; las piezas bucales están bien desarrolladas y quitinizadas. El capullo es ovalado, de entre 4-6 cm de longitud, formado por fi bras de la palmera. Las pupas son de color crema al principio, volviéndose marrones con el tiempo, con la superficie brillante, arrugada y reticulada.
Hábitat. Vive y se alimenta en el interior de las palmeras por lo que puede ser difícil detectarlo con una simple inspección visual. Tiene una gran capacidad reproductiva, desarrollándose por completo en 3 o 4 meses. Los machos atacan a palmeras enfermas aunque también pueden hacerlo a las sanas. Una vez sobre allí liberan feromonas para atraer a las hembras para aparearse; éstas practican unos agujeros en la base de las hojas, de los brotes y en las heridas y cicatrices de la planta donde ponen los huevos y luego los tapan para protegerlos. A los 4-5 días de la puesta las larvas comienzan a alimentarse de los tejidos de la planta, asimismo las larvas excavan largas galerías en el árbol que pueden comprometer su estabilidad. Cuando llegan a la madurez, las larvas construyen un capullo con fibras de la propia palmera donde se convierte en pupa para completar su reorganización física y convertirse en adulto en un plazo de aproximadamente 1 mes. En la zona mediterránea se desarrollan 4 generaciones al año.
Origen y distribución. Originaria del SE de Asia, donde desde 1906 ya era declarada como plaga severa para las palmeras de coco y datileras, esta especie fue detectada por primera vez en España en 1994 en la provincia de Granada, a partir de palmeras procedentes de Egipto, y posteriormente ha ido apareciendo por otras zonas, a lo largo de las áreas de palmeras del sur y este de la Península y en Canarias. Su introducción ha sido accidental, con la importación de palmeras ornamentales infestadas por esta especie. En Málaga se detectó muy pronto, al parecer de viveros de la costa granadina, propagándose por la Axarquía por todo el territorio, afectando a la palmera canaria.
Carácter invasor. Es un insecto fuertemente invasor, reconociéndose un impacto ecológico, en tanto que representa una grave amenaza para las especies nativas como el palmito (Chamaerops humilis ) y, en Canarias, la palmera canaria (Phooenix canariensis), llegando a producir la muerte de la planta. También tiene un impacto económico, ya que provoca importantes pérdidas económicas en los cultivos de palmito, jardinería ornamental, viveros de palmeras y palmerales cultivados. Se añade un impacto social porque también afecta a palmerales de interés cultural, como el palmeral de Elche. Su tratamiento es complicado, por su difícil detección, recomendándose prohibir la importación de palmeras sospechosas, y en todo caso someterlas a cuarentena, la detección precoz (con colaboración ciudadana, a partir de campañas de concienciación), empleo de trampas con feromonas, control biológico con nematodos, etc.
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