La mosca del vinagre, también conocida como mosca de las frutas (nombre que es preferible usar para las auténticas moscas de las frutas, plagas de la familia Tephritidae), es una diminuta mosca que a menudo vemos sobrevolando a frutas que tenemos fuera del frigorífico, y también alrededor de las vinagreras. Son Dípteros de la familia Drosophilidae y del género Drosophila, que engloba mosquitas de colores generalmente claros, que tienen como característica biológica común su nutrición a partir de frutas en proceso de descomposición, de ahí que les atraiga la fruta madura y el vinagre, que es un componente de la fruta en descomposición. En nuestras viviendas podemos encontrar dos especies: la Drosophila melanogaster (pequeña, marrón claro a amarillento) y la Drosophila funebris (más grande, marrón oscura).
Una de estas mosquitas, la Drosophila melanogaster, es una especie utilizada frecuentemente en experimentación genética, dado que posee un reducido número de cromosomas (4 pares), breve ciclo de vida (10-15 días) y aproximadamente el 61% de los genes de enfermedades humanas que se conocen tienen una contrapartida identificable en el genoma de las moscas de la fruta, y el 50% de las secuencias proteínicas de la mosca tiene análogos en los mamíferos. Ambas especies (pero más la Drosophila funebris) también han sido criadas en cautividad en el campo de la terrariofilia, sobre todo por parte de los criadores de anfibios, pues quizás sean los artrópodos que más puedan aprovechar el potencial alimenticio de esta especie.Son insectos holometábolos, por lo que su desarrollo preimaginal es mediante una metamorfosis completa, con las fases de huevo, larva, pupa y adulto. La hembra deposita 400-500 los huevos directamente sobre los sustratos preferentes, frutas en descomposición. En tan solo 24 horas los huevos eclosionan, dando lugar a una larva neonata pequeña, blanquecina y ápoda que, tras dos mudas sucesivas, creciendo conforme se va alimentando, alcanzar el tercer y último instar larval, al cabo de un corto periodo de tiempo de 4-5 días, tras lo cual entran en pupación, construyendo para ello una envoltura coriácea (capullo) donde se forma la pupa y se transforma finalmente en adulto. De este modo, el ciclo biológico completo tarda solo 10-15 días. Una vez emergidos los adultos, en tan solo 24 horas maduran sus gónadas y ya pueden aparearse y poner huevos, teniendo una vida media de 30 días (los machos menos). Como sucede con otros insectos, se ha comprobado que su ciclo se acelera con la temperatura, de modo que a 11ºC tarda 70 días, mientras que a 30ºC tarda solo 7 días.
Estas moscas no son realmente un problema serio, aunque a nadie le agrada que pongan huevos en los plátanos maduros (que si nos descuidamos dan lugar a larvas) que tenemos en el frutero, aparte de que accidentalmente pueden contribuir a transmitir bacterias a estos alimentos. En cualquier caso, como mínimo vemos a estas moscas como algo molesto. Por ello, son numerosos los remedios caseros, consistentes en pequeñas trampas ideadas exclusivamente para estas moscas, aprovechando la atracción que les produce el vinagre (especialmente el vinagre afrutado como el de manzana) que se mezcla con azúcar.
Una trampa sencilla que suele usarse parte de una botella de plástico de agua o de refresco, limpia. Mediante un cúter (o incluso unas tijeras) se corta completamente el tercio superior de la botella. En la de abajo se añade 2,5 a 5 cm de vinagre casero. Ahora la parte superior se introduce en la inferior, invirtiéndola a modo de embudo, sujetándola a los bordes mediante grapas. De este modo, las moscas, atraídas por el olor del vinagre, entran por el embudo buscando un lugar para alimentarse o desovar, pero una vez dentro son incapaces de encontrar la salida, con lo que quedan atrapadas. Cuando se coseche un número importante de moscas o el vinagre esté ya en malas condiciones, se puede desechar y construir otra trampa similar a coste cero.
Pero hacer trampas para la mosca de la fruta no es suficiente para deshacerse de las infestaciones por completo. Es importante la higiene, limpiar la cocina a fondo con agua y jabón, tirar la basura de los alimentos fermentados, llevar toda la basura fuera para mantener a las moscas ocupadas con la basura. También es conveniente mantener tapadas de las bebidas, especialmente las vinagreras y mermeladas. Conviene evitar también que la fruta esté demasiado madura fuera del frigorífico, especialmente los plátanos.
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