Volverán las terribles horas frías,
a nuestras casas y en nuestra puerta a llamar,
pero aquellas que resultaron cumplidas;
esas no volverán;
Volverá la eterna videollamada,
el contacto en la distancia y el temer
las caricias de la voz y las palabras,
los recuerdos hermosos de antes de ayer .
En el aire como una peste maldita
seguirá circulando un virus cruel
que mantiene en vilo al mundo y no marchita;
que depara solo muerte y no se fue.
¡Ay, España que te encuentras dolorida!
¡Ay, mi tierra: Andalucía! ¿ Estarás bien?
¿Lograremos superar la gran sindemia
y podremos algún día renacer?
Dime tú qué pasará, tierra bendita.
¡Cádiz lindo quién te ha visto y quien te ve!
Tú que tocas y sonríes tan bonita
¿Quién podrá nuestras pasiones contener?
No tendrán mis carnavales nueva cita,
no tendrá mi Teatro Falla mil cuplés,
ni entregados pasodobles que me erizan
cada vello de la cabeza a los pies .
Aunque estoy seguro, niña , de que un día
tendré asiento en paraíso y volveré
a llorar viendo el telón subir sin prisas
y al ver tantas cositas que allí se ven.
si volviéramos de nuevo a confinarnos,
si siguiera esta tortura sin cuartel
que ya lleva con nosotros casi un año,
que no muera el tres por cuatro en nuestro ser.
Que nazcan las coplas aunque confinadas,
que veamos la pelea, y nuestra fé
del sentir carnavalero vea saciada
las ganitas de oir a Cádiz otra vez.
¡Ay, sindemia, no podrás con la tacita,
no podrás, maldita seas, ¡yo lo sé!
Deja una respuesta