La psicología posee un campo de actuación muy amplio porque engloba diferentes aspectos. Podemos encontrar psicología clínica, jurídica, educativa, forense, etc. Si estás buscando un psicólogo sería interesante que conocieras qué tipo de corriente forma parte de su forma de trabajar, es decir, no es lo mismo acudir a un psicólogo psicoanalista que a un psicólogo cognitivo-conductual, y así, existen varias corrientes más. Dependiendo de la formación y forma de actuar del psicólogo, su forma de enfocar tu problemática y la terapia van a ser muy diferentes. Te aconsejo que te informes previamente antes de acudir a consulta para que esa forma de actuar se ajuste a tu forma de ser y a lo que estás buscando. No dudes en pedir esta información cuando llames al psicólogo/a, ya que con total seguridad estarán encantados de explicarte su forma de trabajar y el enfoque ideológico desde el que plasman su trabajo.
¿Por qué existen diferentes tipos de psicólogos? La psicología como ciencia que estudia la mente es relativamente nueva dentro de la historia de la humanidad. Ya Aristóteles en el siglo IV habló del mundo de la materia y el mundo de las ideas, pero el estudio de las emociones y del cerebro como motor de nuestros comportamientos no empieza a desarrollarse hasta hace un par de siglos. Desde entonces, numerosos estudiosos han planteado diversas teorías sobre el funcionamiento de nuestra mente y los psicólogos eligen una de estas ramas para desarrollar su enfoque y su forma de trabajar. Por ejemplo, un psicólogo psicoanalista basará su forma de trabajar en el psicoanálisis, que se fundamenta en la búsqueda de posibles traumas no resueltos que proceden de la infancia o relacionados con figuras fuertes de apego, como los padres. Un psicólogo formado dentro de la corriente cognitivo-conductual, entenderá la psicología como la formación de problemas emocionales creados por nuestros pensamientos, e intentará encontrar la técnica más adecuada para que el paciente llegue a un profundo conocimiento de su forma de pensar y pueda modificarla para sentirse mejor. Estos ejemplos serían muy esquemáticos porque habría mucho más que explicar, pero espero que puedan entenderse sin muchos tecnicismos ni rodeos.
Había pensado en escribir una relación de diferentes corrientes psicológicas, pero me he dado cuenta que posiblemente podría ocasionar más confusión en alguien que está pensando en ir al psicólogo, ya que podría acarrearle más dudas, ¿qué psicólogo es el que necesito? ¿qué corriente es la mejor? Siendo lo más honesta posible creo que lo mejor es que llames al psicólogo al que piensas ir y hables abiertamente de todas tus dudas, pregúntale cómo trabaja y resuelve todas las posibles cuestiones que tengas. Que no te de vergüenza o apuro, ya que el psicólogo vocacional por encima de todo quiere ayudar a los demás y suelen ser personas empáticas y comprometidas, así que estarán encantados de facilitarte toda la información que necesites antes de acudir a consulta, incluso puede que te inviten a una primera sesión para resolver todas esas dudas y puedas decidirte de forma más convencida. Acudir a terapia es algo muy personal e íntimo, a veces cuesta mucho dar el paso, y eso lo sabemos los psicólogos.
Es muy importante sentir que estás en el sitio adecuado, si no te sientes cómodo con esa persona deja la terapia y busca a alguien con quien sí se establezca esa conexión positiva.
¿Cuándo debo ir al psicólogo? ¿Es mi problema importante como para hacer terapia? La respuesta podría ser, que cuando sientas algún tipo de malestar que haga que tu vida social, familiar, laboral se vea afectada, entonces sería bueno acudir a consulta. Es más, te diría que si no eres feliz por cualquier motivo, justificado o no, sería muy positivo acudir a terapia. Pienso realmente que todas las personas necesitamos algún tipo de ayuda en nuestra vida. Los psicólogos tienen un conocimiento profundo de cómo funciona el cerebro y de cómo nuestras emociones poseen un papel determinante en nuestra vida. Al inicio de mi carrera me decía la gente que acudía a consulta, “yo no quería venir, porque yo no estoy loco”, y a esta recurrida frase siempre he contestado con una sonrisa, que yo con alguien que estuviese loco no podría trabajar porque no me iba a hacer nada de caso. Afortunadamente ese tipo de tabú está desapareciendo pero aún todavía cuesta decir que se asiste a terapia. Además, un psicólogo o psicóloga honestos, te dirán si necesitas terapia realmente o no.
Cualquiera de nosotros ha pasado una época de intensa tristeza, o ha sentido que su entorno no le entiende, o piensa que lo hace todo mal y su autoestima está por los suelos. No estoy hablando de “locos”, hablo del ser humano que durante este camino nuestro que es la vida misma, a veces pasa por momentos en los que necesitamos un jarabe para la tos o una escayola para la pierna rota, y en otros momentos necesitamos un profesional que nos ayude a cuidar nuestra mente y nuestras emociones.
“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas al alterar sus actitudes mentales” William James
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