Después de dejar atrás la serie de artículos sobre conexiones a Internet, llega el momento de pasar página hacia un tema no menos interesante. Abrimos pues la serie de artículos sobre protocolos de comunicaciones. A muchos de vosotros os sonará un poco a chino, y precisamente, es esa una de las labores principales del Gadgetoscopio: traer las nuevas tecnologías a más gente. De esta manera, cuando nos encontremos delante de un vendedor que nos esté intentando vender “gato por liebre”, podremos reaccionar.
En el primer artículo de la serie, nos centraremos en el protocolo NFC que, aunque muchos lo tenemos en nuestros móviles, es un completo desconocido. Hay muchas aplicaciones que están aún por descubrir.
Protocolos
Antes de nada, veamos a ver qué es eso de un protocolo. Es cierto que suena a concepto tecnológico bastante abstracto y que solo unos pocos pueden acertar a comprender, pero nada más lejos de la realidad. Un protocolo es simplemente un idioma que las máquinas usan para comunicarse entre sí.
Al igual que dos personas que no hablen el mismo idioma no se van a entender entre sí, dos máquinas que no usen el mismo protocolo no se van a poder comunicar. Es por esto que es muy importante conocer qué protocolos necesitamos antes de comprarnos cualquier cachivache nuevo.
Por ejemplo, si queremos un móvil que sea capaz de actuar como navegador, debe disponer del protocolo GPS; si queremos usar el móvil en casa sin gastarnos una fortuna en la tarifa de datos, debe entender el protocolo WiFi, y así un largo etcétera.
NFC
Una vez que sabemos qué es un protocolo, es hora de entrar en materia. El primer protocolo del que hablaremos es el NFC. Estas siglas vienen del inglés Near-Field Communication (Comunicación de campo cercano), e indican la característica más importante del mismo: se trata de comunicaciones de muy corto alcance, de apenas unos centímetros.
Y diréis… ¿Para qué necesito yo un sistema de comunicación que solo permite algunos centímetros de separación entre los terminales? Pues muy sencillo, y vamos a ver la multitud de posibilidades que nos abre el hecho que nuestro móvil posea esta característica.
Pagos móviles. Muchos de vosotros tendréis seguramente una de las nuevas tarjetas que VISA ha sacado al mercado, con pago “Contactless”. Ya no hace falta insertar la tarjeta, con solo acercarla al terminal es suficiente para pagar, gracias a una tecnología similar al NFC. Igualmente, podemos usar nuestros móviles para pagar directamente, como si de una tarjeta de crédito se trataran.
Compartir información. Muchas aplicaciones soportan el estándar NFC a la hora de compartir contenido. Es tan sencillo como darle a compartir, colocar ambos teléfonos cerca y voila, más fácil imposible. Podemos compartir canciones, fotografías, tarjetas de contacto…
Automatización de acciones. Para esta utilidad, hay que introducir el concepto de “etiquetas NFC”. Una especie de pegatinas que son compatibles con este protocolo y contienen un código único. Esto permite que cuando el móvil las lea, se realicen ciertas acciones. Por ejemplo: podemos tener una etiqueta NFC en la mesita de noche, que pondrá automáticamente el móvil en silencio cuando esté cerca; o una etiqueta en el coche que configure el teléfono con la aplicación de GPS. Las posibilidades son tan amplias como queramos imaginar. Y estas etiquetas son muy baratas, por lo que podemos tener tantas como queramos.
Compartir Internet. La situación más típica del mundo: tenemos amigos en casa, y necesitan usar nuestra conexión. Hay que buscar la contraseña, a veces no está en ningún lugar accesible, y es bastante engorroso. Podemos programar una etiqueta con los datos de nuestra conexión a Internet, y cuando algún amigo venga, simplemente con pasar el móvil por la etiqueta NFC tendrá todo configurado. ¡Más fácil imposible!
Conclusión
Parece ser que poco a poco el NFC se está volviendo a poner de moda, y que mientras más utilidades tengamos para él, más importante será que nuestros dispositivos sean compatibles con él. No es una tecnología nueva, ya que hace más de 10 años la EMT de Málaga ofrecía una prueba piloto para pagar el autobús con móviles. Sin embargo, fue relegada al olvido durante bastantes años.
Es cierto que NFC es un completo desconocido, y los pocos que sí lo conocen, sólo lo utilizan para aplicaciones muy limitadas, como pueden ser pagos móviles. En este artículo hemos querido abrir un poco el abanico de posibilidades que NFC ofrece, ¡que no son pocas!
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