El jugador local de baloncesto en silla de ruedas Jesús Romero ha decidido poner fin a su experiencia con la selección española por muto propio tras dialogar con el seleccionador tras la última experiencia en el mundial de Alemania donde no terminó contento con su participación.
De cara a comenzar la preparación con vistas al próximo europeo de baloncesto en silla de ruedas que se celebrará en Walbrzych (Polonia) del 28 de agosto al 9 de septiembre, el seleccionador nacional Óscar Trigo, sorprendía con la no presencia del jugador local de Amivel, Jesús Romero, entre los 16 preconvocados, entre los que estaban los 11 jugadores que estuvieron en la última cita del Mundial de Hamburgo en Alemania junto al torreño el pasado verano. En el partido jugado en el pabellón municipal de Vélez-Málaga por Rincón Dental Amivel frente a Gran Canaria en el que se certificaba la permanencia pese a la derrota, fuimos testigos de la conversación que mantenía para Velevisa TV con nuestro compañero José Manuel Moreno para su deportivo en la que comentaba la decisión tomada tras hacernos disfrutar con su presencia cada verano en las citas internacionales. Lo hemos visto crecer en este deporte desde que Paco Aguilar, que era su maestro en el cole, lo convenció para disfrutar de este deporte que lo ha llevado a vivir experiencias inimaginables, y las que aún le quedan por disfrutar. Deja la selección porque no dispuso de la participación que esperaba ante el nivel mostrado por compañeros que entrenan a máximo nivel en equipos más punteros. Y es complicado mantenerse con opciones, al sacrificarse estos años en el equipo de su Vélez-Málaga con su palmarés. Jesús Romero llegó a su momento álgido con la plata lograda en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, que sumó a la medalla de bronce en el europeo de Fráncfort (Alemania) de 2013, su debut paralímpico con un quinto puesto en los Juegos de Londres 2012 adonde llegó con el bronce del europeo de Nazaret (Israel) en 2011.
Logró además un destacado cuarto puesto en el Mundial celebrado en Incheon (Corea del Sur) en el verano de 2014, volviendo así la selección española 16 años después a una cita mundialista. Miembro de una generación que, de la mano de su descubridor Paco Aguilar como seleccionador júnior, lograba un europeo en 2008 en Adana (Turquía), formando parte de los llamados juniors de oro del básket adaptado.
El mantenerse entre los mejores a nivel nacional lo ha logrado a base de trabajo con su equipo y un tanto de trabajo extra. En su día, dio el paso de salir de Vélez-Málaga como también hacía entonces su amigo y compañero de equipo Álvaro Mora, en un súper equipo que se montó con la ayuda de Polaris en Murcia, coincidiendo con grandes jugadores foráneos que lo animaron a convertirse en el primer jugador nacional en debutar en el baloncesto profesional australiano. Volvió a Vélez-Málaga para recuperarse de una lesión a jugar en la categoría de plata y ayudó con un triple en el último suspiro a meter a Amivel entre los mejores de España en una división de honor muy exigente en la que ya sólo hay diez equipos. En estos años ha llevado con sus compañeros al equipo a estar entre los cuatro mejores de España. Este año se hicieron grandes expectativas en el equipo, que había renunciado a jugar competición europea por motivos económicos. Pero la liga no ha discurrido como se esperaba y con cinco victorias a falta de dos jornadas ha logrado finalmente la permanencia en una liga que se ha hecho finalmente más larga de lo esperada para la propia plantilla.
Jesús Romero deja la selección para dedicar también más tiempo a los suyos en verano; y también piensa en nuevos proyectos. No quiere decir que vaya a abandonar al equipo de su Vélez natal, el Amivel, que siempre sentirá su equipo, y pese a que no quiere hablar aún de su futuro hasta final de temporada, no descarta volver a jugar en el extranjero y vivir experiencias nuevas, teniendo en cuenta que se ve aún con edad con 34 años para ello. Sea aquí o sea fuera, seguirá enarbolando la bandera de su tierra donde juegue y con el CD Amivel en su corazón. Tiene que sopesar obviamente la calidad de vida que goza en Málaga y la estabilidad profesional. Pero el tiempo pasa y su inquietud por volver a un equipo puntero nacional que luche por el campeonato o que juegue en Euroliga, o directamente probar en un equipo extranjero, le puede ayudar a seguir creciendo en lo personal, como bien sabe hacerlo, con mucho trabajo y sobre todo la humildad que le caracteriza y que lo ha hecho grande.
Sea la que sea la decisión que tome, será la acertada. Lástima que no podamos seguir tan atentos a lo que hace cada año en verano la selección de baloncesto en silla de ruedas., ahora sin la presencia del veleño. Pero recordaremos, cuando nos topemos con ello en TV, que en ese equipo hemos contado con uno de los nuestros y que además ha defendido la camiseta de la selección nacional, jugando en un equipo de su Vélez-Málaga.
Desde estas líneas de TODO, desearte mucha suerte en un futuro y te seguiremos siguiendo. Gracias Jesús, por tanto.
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