Estrés, ansiedad, depresión…puede que sean las palabras que más oye un psicólogo en su vida profesional. La mayoría de la población del mundo occidental sufre estos trastornos en mayor o menor grado. Pero hoy quería hablar de un concepto que no se suele tratar como tal en las consultas de psicología. A la gente le preocupa reducir su nivel de estrés o poder eliminar de su día a día la ansiedad, pero a muy poca gente le preocupa mejorar su “psicología de la bondad”.
Empatía, bondad, compasión, son conceptos relacionados con la psicología de la bondad y directamente relacionados con el bienestar emocional y personal de la persona que la practica. Para contarte en qué consiste este tipo de psicología te voy a hablar de Richard Davidson, doctor en Neuropsicología, investigador en neurociencia afectiva y profesor de Psicología y Psiquiatría en la universidad de Wisconsin. Este neuropsicólogo descubrió la meditación mientras estudiaba en la universidad y empezó a practicarla y a interesarse por sus beneficios. Se dio cuenta de que una mente en calma puede producir bienestar en cualquier tipo de situación y empezó a investigar las bases de las emociones. En sus investigaciones, tomó muestras de sangre a personas que meditaban, antes y después de meditar. Los resultados fueron que las estructuras del cerebro podían cambiar en tan sólo dos horas, y que en las zonas en las que había inflamación o tendencia a ella, ésta descendía de forma significativa. Estos descubrimientos fueron muy útiles para tratar la depresión.
Un encuentro con el Dalai Lama cambió la vida de este profesor, ya que le pidió que estudiase más la compasión, la empatía y la ternura desde un enfoque psicológico, y así lo hizo. Uno de los hallazgos más relevantes que descubrió su equipo fue que al entrenar a niños y a adolescentes en ternura, compasión y amabilidad mejoran sus resultados académicos, su salud y su bienestar emocional. Un ejemplo de este entrenamiento consiste en:
- se les invita a que piensen en una persona próxima a la que aman y que revivan una época en la que esta persona sufrió.
- después, se les indica que mentalmente aspiren a librarla de ese sufrimiento.
- luego se amplia el foco a personas que no les importan y
- finalmente a aquellas que les irritan o les hacen sentir mal.
Estos ejercicios reducen sustancialmente el bullying en las escuelas.
Estos conceptos pueden entrenarse, pueden adquirirse hábitos de empatía, de compasión. Incluso ya de adultos también podemos trabajar para intentar conseguir instaurar en nosotros una nueva manera de enfocar nuestra vida.
Si intentas en tu día a día ser más y más amable, más y más compasivo y más y más empático, tu vida cambia radicalmente. Este psicólogo explica que la base de un cerebro sano es la bondad. No basta con meditar y estar centrado en uno mismo. Debemos cuidarnos a nosotros, valorarnos y querernos, aceptarnos e intentar evolucionar y mejorar como personas, pero también debemos extrapolarlo a nuestro entorno. Vivimos en sociedad y si eres una persona calmada, amable y empática recibirás eso mismo de los demás. Si te enfadas con facilidad, gritas, no te pones en el lugar de los demás, te darás cuenta de que se multiplican los conflictos a tu alrededor y que mucha gente no querrá estar contigo por lo que reflejas.
Las claves de una mente sana según Richardson serían entrenarse y practicar la psicología de la bondad junto con tener un propósito en la vida.
Este investigador habla de que la psicología de la bondad sea referente dentro de la política, los negocios, la sanidad, la educación…¿te imaginas políticos compasivos y empáticos, más centrados en los problemas de la gente que en sus propios intereses o de sus partidos?, ¿te imaginas médicos, profesores, empresarios amables y centrados en su bienestar y en el de los demás? …hablaríamos menos de las tres palabras con las que empecé este artículo, estrés, ansiedad y depresión.
Adrián dice
Excelente, sin desperdicio. Gracias