En el año 1991, desde el Seminario Permanente de Ciencias Naturales, nos propusimos estudiar esta vez la parte terrestre del litoral de la Axarquía, es decir, lo que entonces acuñamos con el nombre de Costa del Sol Oriental, expresión que posteriormente se seguirá utilizando en medios políticos y turísticos. Era una de las unidades paisajísticas de las nueve que delimitamos al principio de nuestra línea de trabajo. En este estudio, además de María Teresa Martín, Manuel Rebollo, Miguel Angel Torres y Catalina Alcázar, se incorporó de nuevo Jacinto Arjona, que tuvo una especial aportación sobre los vertebrados de los Acantilados de Maro, que unos años antes estudió para una guía encargada por el Ayuntamiento de Nerja. Para ello, realizamos un largo recorrido de más de 50 kilómetros, desde La Araña hasta Cerro Gordo. Como era costumbre, durante el recorrido tomábamos nota de los elementos arqueológicos, geológicos y biológicos más destacados, redescubriendo aspectos ya estudiados e incorporando nuevos descubrimientos por nuestra parte, con un exhaustivo registro fotográfico de todo lo que veíamos de interés.
Uno de estos registros fue la planta Limonium malacitanum, especie endémica de nuestro litoral, que carecía de nombre vernáculo, así que la bautizamos como “la siempreviva malagueña”, nombre con el que actualmente se la conoce. El resultado fue un grueso libro de 436 páginas, con numerosas ilustraciones en blanco y negro y mapas desplegables, pues la versión en color era prohibitiva para nuestra economía. Fue una de nuestras mejores obras, aunque de los muchos elementos de interés que llegamos a inventariar, actualmente han sido destruidos por la vorágine inmobiliaria en el litoral. La propuesta didáctica de esta unidad se limitaba al Peñón de Almayate, que ya hemos comentado anteriormente. Como veremos, muchos años después (2018) realizamos otro estudio de la costa, ya no naturalístico, sino medioambiental, que pondría de relieve la magnitud de este hiperdesarrollismo del litoral.
Esta época (1993) también fue señalada por el lamentable hecho de la desaparición del Consejo Municipal de Medio Ambiente de Vélez-Málaga. Entonces, la anterior concejala, María Victoria Naranjo, artífice, fue sustituida por otro concejal, Jesús Maldonado, del que tenemos un triste recuerdo, no sólo por la anulación de la participación en este Consejo, sino también por la mala gestión que hizo de las cuestiones ambientales, entre ellas el problema de las basuras en Vélez-Málaga, y su antiguo vertedero incontrolado, situado en el Cerro Veas, danto una pésima imagen humeante en el trasfondo paisajístico de Vélez-Málaga. De aquella época es una serie de artículos de nuestro grupo, criticando el problema de este vertedero, con títulos como El vertedero y la política de avestruz del Llanero Solitario (en alusión a este concejal). Este concejal organizó por primera vez una Semana Verde, en la que vinieron conferenciantes que nos hablaron de cosas que soslayaban los problemas que realmente teníamos en el municipio, y por ello escribimos un artículo titulado Semana Verde: cortina de humo, ambos artículos publicados en la revista Por tu ciudad.
Pero el aspecto ambiental más significativo de esta época, allá por el año 1994 fue el anuncio de la construcción de lo que años después será la autovía A7. Como hemos indicado anteriormente, desde el Centro de Estudios de la Axarquía de Antonio Jiménez, con el que colaborábamos Miguel Ángel Torres y yo, se estableció una pugna para intentar modificar el trazado litoral de la autovía, para que se desviara de su recorrido rectilíneo a su paso por la Hoya de Vélez, y rodeara al municipio por el norte, aproximando así esta importante infraestrutura a los municipios del interior, y con ello facilitar su desarrollo, en lugar de concentrarlo en el hiperdesarrollado litoral. Se creó una plataforma ciudadana, y se promovió el debate en distintos medios (radio, prensa y televisión). Nuestra contribución constaba del diseño del trazado alternativo, cartografiado por Miguel Angel Torres, y un estudio de impacto ambiental del trazado de la autovía por el litoral, por parte mía. Los sectores sociales y políticos estaban divididos, unos por el trazado oficial (sur) y otros por el trazado alternativo (norte). Los dibujantes del diario Sur, Pachi, representaron, con su humor característico, esta confrontación que recordaba la guerra civil de Estados Unidos. La confrontación fue notable, posiblemente una de las más arduas conocidas en periodo democrático, pues el pleno del Ayuntamiento de Vélez, con José Manuel Salcedo a la cabeza, estaba a favor del trazado norte, pero los sectores empresariales de la costa estaban a favor del trazado sur, porque les beneficiaba para sus negocios, recibiendo el respaldo del Grupo Independiente Pro-Municipio de Torre del Mar, en el Ayuntamiento de Vélez, y de todo el Ayuntamiento de Nerja. La pugna la decidieron en Madrid, sembrando amenazas para el trazado norte, tales como el enorme sobre coste que supondría esos 9 km de más, la demora que supondría para la construcción, etc. Lo cierto es que se perdió la oportunidad de hacer una infraestructura que equilibrara la Axarquía, que se enfrentara al terrible proceso de litoralización de la comarca.
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