A lo largo de los capítulos anteriores se puede advertir una variada gama de actividades del ecologismo desplegado por GENA-Ecologistas en Acción en la comarca de la Axarquía, unas pocas también en comarcas vecinas, aunque excepcionalmente. Pero una fuente de información más precisa la podemos obtener a partir del libro de registros de salidas de los escritos de GENA dirigidos, en forma de oficio, a distintas instancias, principalmente las administraciones que tienen competencias en el control del medio ambiente, desde los ayuntamientos (principalmente el de Vélez-Málaga, capital de la Axarquía, con 99 oficios) a la Diputación Provincial, siendo principalmente en las Delegaciones de la Junta de Andalucía (Medio Ambiente y Urbanismo, principalmente), con un total de 115 oficios, y, en pocos casos, hasta el Ministerio de Medio Ambiente. Algunos escritos fueron dirigidos a otras instancias, como el Defensor del Pueblo Andaluz y la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Oriental. Fuera de los cauces administrativos, metidos ya en litigios, cuando las administraciones no respondían a nuestras denuncias, tuvimos que recurrir a la Fiscalía de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial de Málaga (39 denuncias, la mayoría sobre delitos de ordenación del territorio).
Desde el año 1994 al 2018 se registró un total de 748 escritos, la gran mayoría denuncias sobre agresiones al medio ambiente. Se puede examinar la evolución de la actividad de la asociación comparando el número de oficios a lo largo de todos estos años. De este modo, advertimos que la curva de crecimiento en el número de acciones tiene la típica forma de campana. Empezamos con muy poca actividad (2 oficios en 1994), subiendo a 9 el siguiente año, a 19 el siguiente, y así sucesivamente, con una tendencia creciente hasta llegar al año 2000, en el que se alcanzó 73 acciones. A partir de este año, la tónica se mantuvo en una media de unas 50 acciones por año, con pequeños altibajos, hasta llegar al año 2008, en que alcanzamos 33 actividades, después del cual se produjo una rápida caída a tan solo 5 actividades en 2009, recuperándose tibiamente en el 2010 y 2011, para caer de nuevo a 6 actividades en 2012, manteniéndose en ese promedio hasta nuestros días, registrándose en el año 2018 tan sólo 4 actividades. Obviamente, esto hay que interpretarlo y explicarlo. El fuerte crecimiento experimentado antes del año 2000, y su mantenimiento hasta el año 2008, está directamente relacionado con nuestra actividad centrada en la problemática ambiental de mayor envergadura de esta comarca entonces: la construcción de viviendas en suelo no urbanizable. De este modo, cuando se produjo la crisis financiera en el 2008, la dinámica de construcción se vino abajo, y con ello también nuestra actividad de denuncia. Después de la fuerte caída en el año 2009, nuestra actividad nunca llegó a los niveles anteriores al colapso, porque, a la vista de la escasa a nula actividad en la construcción (en parte por la persecución de la Justicia y la falta de créditos), dejamos de trabajar este tipo de problemas para centrarnos en otros. Por otra parte, la asociación cambió de política, casi abandonando la dinámica de denuncias, para centrarse más en profundidad en otras problemáticas emergentes como la mercantilización del litoral, la burbuja del mango, la contaminación por vertidos, etc.
La temática de nuestras acciones ha sido variada (las hemos agrupado en 20 tipos), pero no todas han tenido la misma atención. Dejando a un lado los oficios sobre trámites administrativos (52 en total), obviamente, por las razones anteriormente comentadas, la temática estrella fue, muy por encima de las demás, los problemas de urbanismo, vivienda y ordenación del territorio, muchas de las cuales derivaron en denuncias por supuesto delito penal, alcanzando las 185 acciones en total. Le sigue la temática de la contaminación, donde entraba tanto la contaminación atmosférica (ej. polvo, ruidos), como los residuos sólidos urbanos (basuras, vertederos incontrolados, algunos peligrosos, como el amianto) y vertidos de aguas residuales sin depurar y de alpechín, alcanzando las 85 denuncias en total. También fue intensa la actividad relacionada con los espacios naturales, con un total de 73 acciones, muchas de ellas relacionadas con el Delta del río Vélez, las márgenes del mismo río, el parque natural de Tejeda, el paraje natural de los Acantilados de Maro, y las vías pecuarias. Le siguen las acciones de denuncia sobre las masas forestales (26), como las talas de árboles forestales (ej. en el río Vélez). Otro grupo que reclamó nuestra atención se refería a las infraestructuras (23), principalmente el problema de asfaltado de carriles, o la apertura de carriles en lugares inadecuados. El mismo número de acciones (19) se realizaron para temas de biodiversidad (principalmente caza furtiva y otros atentados contra la fauna) y el agua (contaminación del agua por nitratos, riegos incontrolados, etc.). También con el mismo número de acciones (17) atendimos a problemas del litoral (irregularidades en chiringuitos, destrucción de fanerógamas marinas, etc.) y los derivados de industrias extractivas (canteras ilegales, canteras en espacios protegidos). El resto de las temáticas tuvo menos incidencia, como los relacionados con la agricultura, política ambiental paisaje, mascotas (8 en cada caso), patrimonio arqueológico, pesca de inmaduros y erosión/desmontes (7), energía (6), y turismo, y cambio climático (3).
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