Para acabar con el equipamiento que utilizamos más directamente sobre nuestro cuerpo, dedicaremos este artículo a esas otras “prendas” que nos ayudan sobretodo, a mantener un alto grado de confortabilidad en nuestras salidas. Para ellos comentaremos las particularidades de los guantes, cuellos o buff y los sombreros, aunque nos centraremos en más detalle en los guantes que por su diversidad y funcionalidad nos pueden hacer dudar a la hora de su elección.
Para elegir unos guantes y como viene siendo habitual y prioritario, la primera decisión a tomar es conocer el tipo de actividad que vamos a hacer y la climatología que nos podemos encontrar. No son imprescindibles, pero si necesarios ya que, además de protegernos del frío, los podemos utilizar para preservar la integridad física de nuestras manos, como barrera ante arbustos, paredes rocosas, pequeños animales, cuerdas, cadenas y las temidas plantas urticarias.
Es fundamental que posean distintas texturas y que se combinen diferentes materiales para que dentro de su conjunto, aparezcan zonas con mayor espesor para protegernos, que nos den resistencia a la abrasión, eviten el deslizamiento y favorezcan el agarre y la tracción, etc.
Como generalidad, unos guantes ligeros que nos ajusten bien a la mano nos harían el apaño para todo esto, y encima nos darían algo de calor. Pero mejor vemos los distintos tipos que nos podemos encontrar:
- Interiores. Dan un calor extra. Suelen ser de poliéster y lana o seda. Deben ser muy ajustados.
- Cálidos. Aislantes térmicos. Dan calor. Deben ser manejables.
- Impermeables. Aquí distinguimos los sobreguantes (combinados con los interiores) o los que ya son así per se y además con función cortavientos.
Si nuestro senderismo se va a desarrollar en climas muy fríos y nevados, podemos decantarnos por guantes que incluyan la guata, que retiene entre sus fibras más aire y aíslan muy bien.
También podemos indicar que existen las manoplas (limitan mucho la movilidad) y los mitones (que nos dejan parte de los dedos libres).
Como era de esperar, las nuevas tecnologías nos han abocado a contemplar la posibilidad de contar con guantes que permitan utilizar los dispositivos táctiles de los que no podemos prescindir, léase teléfonos móviles, tabletas, GPSs. Para esto, existen una amplia gama que poseen además una zona con tejido conductivo, para que interactuemos con estos aparatos.
El buff o braga para cuello tiene la función de protegernos del frío exterior, concretamente el cuello, las orejas y parte de la cara y de la cabeza. Evita así que respiremos de forma directa el aire frio. Nos dan mucha polivalencia, ya que debido a la longitud de su forma tubular nos permiten multiusarlos, bien sea para el cuello, la cara, la cabeza y las posibles combinaciones entre ellas. Apuntar como inconveniente que nos empañarían las gafas por la respiración si lo tenemos demasiado próximo a la cara, ya que ésta no permitiría evacuar el vapor de agua que expelemos.
En cuanto al sombrero en el senderismo, es imprescindible para salidas soleadas y/o calurosas. Nos protege de los rayos UVA solares y de sufrir una insolación o un golpe de calor.
Termorregulan la cabeza al mantener la humedad provocada por el sudor y se aconseja que su sombra nos cubra parte de la cara y cuello.
Un viaje de mil millas ha de comenzar con un simple paso. Lao Tzu
Deja una respuesta