Nada dura eternamente, todo gira en constante cambio. Nosotros como personas, cambiamos, tanto física como emocional y psicológicamente. También cambia el medio natural que nos rodea. Según Charles Darwin, aquellas especies que se adaptaban mejor a su entorno eran las que sobrevivían. Nos ha tocado vivir una epidemia mundial, algo insólito y que nos ha pillado de sorpresa. En muy poco tiempo hemos debido cambiar nuestro comportamiento y nuestra forma de enfocar nuestras vidas.
Cuando ocurre un suceso que altera nuestro día a día tanto como la situación que estamos viviendo es imprescindible recuperar el equilibrio y la estabilidad y para ello adaptarse a la nueva situación es primordial.
Pronto será Navidad y es una época fundamentalmente de encuentro, de reuniones con familiares y amigos, de compartir tiempo y cercanía. Pero este año seguramente será bastante diferente a las navidades de otros años. ¿Cómo debemos enfocar esta situación? Lo más inteligente sería asumir esta situación de cambio e intentar adaptarse de la mejor manera posible.
- Primer paso: aceptar la nueva situación si no la podemos controlar. Negar o no aceptar que la situación es diferente sólo nos generará una mayor frustración. De esta forma minimizaremos la probabilidad de sufrir ansiedad, tristeza, apatía, etc.
- Segundo paso: aprender a ser flexible. ¿Qué situación hay? ¿Cuáles son mis circunstancias? Analizar la situación personal y empezar a pensar en posibles opciones.
- Tercer paso: desarrollar conductas adecuadas.
Un ejemplo de esto podría ser, trabajar y potenciar la ilusión y la alegría en la medida de lo posible. Decora tu casa como en años anteriores aunque no vayas a recibir tantas visitas. Si mantienes una actitud positiva y piensas más en lo bueno que hay en tu vida y no en lo que te falta, seguro que al final te das cuenta de que da igual la época del año en la que te encuentres. Lo único importante es querer y saber que te quieren. Quizás no podrás estar con todas las personas con las que te gustaría pero únicamente saber qué están bien debe ser suficiente.
Recuerda también, que todo cambia, y por ello esta situación seguro que cambiará. Tarde más o menos, cambiará, pero hasta que esto ocurra, ¿no es mejor intentar vivir de la mejor manera posible? Si podemos elegir qué tipo de pensamientos tener, ¿por qué no elegimos pensamientos más positivos? Si podemos elegir entre tener paz interior o siempre estar en conflicto, ¿por qué no elegimos vivir con una mayor calma y tranquilidad?
Además de todos los problemas del día a día se suman todas las circunstancias adversas consecuencias de esta situación tan fuera de lo común. En general, es normal y lógico sentir cierta tristeza y frustración, pero debes estar alerta para que no lleguen a más y se conviertan en algo más serio. Intenta encontrar cada día un motivo para dar las gracias y sonreír. Si nos mantenemos fuertes y equilibrados disfrutaremos mucho más cuando todo esto pase y sólo sea una experiencia más de nuestra vida de la que hemos aprendido un montón.
¡Feliz Navidad!
Deja una respuesta