El hombre y el perro, desde siempre han hecho un equipo único en su género. Hoy, en la vida moderna donde los niños y sus familias viven en pisos, incorporar un perro significa incorporar naturaleza viva a la casa.
Para los niños y los adultos es dar y recibir afecto auténtico pero también implica el compromiso de su cuidado y seguridad. Los niños van aprendiendo a ser responsables de una vida de la misma forma como sus padres lo son de ellos.