Hace unas semanas fuí invitado a una demostración de aves rapaces, se aprovechó el espacio de aparcamiento del CC.El Ingenio.
Desde Granada trajeron un par de halcones y una lechuza. Al principio la lechuza reposaba en su percha muy seria al igual que uno de los halconcitos.
La demostración de estas aves en vuelo y su recompensa de carne en cada escena era de por si un espectáculo pero lo positivo estuvo en las explicaciones dadas por su entrenador:
- Se alimentan de otras aves menores y de ratones que logran ver desde gran altura. Una vez detectada la presa alcanzan velocidades cercanas a los doscientos kilómetros por hora cuando se lanzan en picado. Su presa ideal: ratas, ratones, conejos y a veces liebres.
- Cada ejemplar necesita varias presas al día para su alimentación con lo cual la población de éstos roedores está controlada.
- Imaginemos que un halcón o lechuza captura un roedor y lo come…pero resulta que el ratón estaba envenenado con raticida…a los pocos días veremos morir al halcón o la lechuza. Esta es la principal causa por la que va disminuyendo la población de rapaces.
Se habla de “ecosistemas” y muchas veces no sabemos claramente de qué se trata…pues precisamente de lo que acabo de describir. En la naturaleza las plantas alimentan a las ovejas que a su vez serán devoradas por el lobo y cuando éste muera, los buitres se harán cargo de sus funerales.
En Andalucía tenemos muchos ejemplares siendo los más emblemáticos los halcones usados en cetrería para caza del conejo y los quebrantahuesos limpiando junto con los buitres el campo de cadáveres.
El ser humano no es ajeno a su propio ecosistema…cuando nos molestan los mosquitos o las arañas, allá vamos con el spray de insecticida…sin saber que las arañas son devoradoras de mosquitos y, con solo dejarlas en su sitio tendrán a raya a los otros.
Hace años en Africa se combatió la langosta con fumigaciones desde avionetas pues diezmaban los cultivos, resultó ser que ellas, las langostas, eran parte de un ecosistema que; indirectamente, trajo un aumento de mangostas (*)…y allá fuimos a matarlas pues atacaban a perros y a veces a gente…pero no sabíamos que eran los únicos que lograban enfrentar a las cobras…el resultado fue que los campos no podían ser cultivados pues las cobras habían proliferado demasiado…solución: mangostas de criadero y a recomenzar el ecosistema!
De las langostas no se volvió a hablar, pero cada tanto visitan los cultivos.
Actualmente, en la proximidad de los aeropuertos se usan estas aves rapaces para controlar otras aves que ponen en peligro la aviación al meterse en las turbinas de los aviones al aterrizar. Su sola presencia ahuyenta a las otras aves y así, sin matar a ninguna solucionamos “ecológicamente” un grave riesgo.
Al mantener controlada la cantidad de ratas y ratones de campo evitamos una diseminación de un virus altamente contagioso al ser humano: los hantavirus. En lo personal he vivido en Uruguay donde hace unos años hubo un brote epidémico de ésta mortífera virosis.
(*) Pequeños mamíferos canívoros parecidos al armiño y a los hurones que, aunque no son inmunes al veneno de las serpientes son sus enemigos naturales.
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