El pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, el atleta local Christyan de la Cruz, se citó con una nueva machada solidaria de intentar recorrer en bicicleta 230 kilómetros por las carreteras de la Axarquía, añadiendo seguidamente una subida nocturna a la cima de la provincia malagueña, nuestra Maroma, y todo ello en 24 horas. A su vez, va recaudando en las diferentes etapas apoyos económicos que dona íntegramente a la Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil (AVOI). Afrontar un reto personal que convierte en solidaridad con la gente que más sufre. Una manera de focalizar los valores del deporte en beneficio de otros e implicando a organismos públicos y privados para la causa. Hasta allí fuimos a recibirlo a las 9:30 de la mañana, a sabiendas de que el cuerpo tuvo un límite por lo que no pudo completar la machada. Llegó acompañado de sus padres con rostro contrariado, que pronto tornó en esperanza y reto de cara a próximas ediciones con el apoyo allí recibido de sus amigos. Porque había cumplido con creces el objetivo de recoger los fondos necesarios para AVOI; una asociación que intentar cambiar un entorno complicado para los niños que luchan contra el cáncer en los hospitales para que cada día sea allí fiesta.
La cuestión es que a lo largo de la proeza en bicicleta primero se encontró magníficamente, con tiempo ganado respecto a las previsiones, siempre acompañado de amigos por tramos y del coche de apoyo. Pero todo comenzó a cambiar a medida que comenzaba a subir la Maroma en horario nocturno. Le acompañaba la gente del Grupo senderista del 17. Llegó perfectamente a Canillas de Aceituno desde donde afrontaba la dura subida, para la que al menos acompañaba un tanto la climatología ya que se esperaban temperaturas más bajas a las que hacía en pleno invierno entorno a las 23 horas. Cuando se llevaba un tercio de la subida y se comenzaba el tramo en zigzag, los bastones comenzaban a no hincarse como debían y el dolor de vientre aparecía por momentos. Así y todo intentaba no dar muestras de ello porque suponía era algo pasajero y no comentó nada a los compañeros de subida. Pero fueron estos, cuando en un momento dado se percataron que tenían que parar. Las condiciones no eran las adecuadas, después del tute que llevaba y las circunstancias en las que se encontraba Christyan. Todo ello aconsejaba la marcha atrás, que no era menos dura. Tocaba bajar y eso fue lo que terminó de hundir a nuestro campeón. De hecho, nada más llegar a Canillas de vuelta, comenzaba a vomitar y la fiebre a aparecer. Rápidamente tomaba rumbo desde allí al Hospital Comarcal donde llegó con la tensión por debajo de 8.
El año pasado, su reto de 150 kilómetros corriendo en 30 horas no le puso impedimento alguno para lograr el objetivo entonces a favor de Cudeca (Cuidados del Cáncer). Este año se amplió el recorrido al tomar la bicicleta y con ello los municipios que han colaborado, aportando ayudas para el proyecto, doblándose la recaudación. Y ese ha sido el mayor logro sin duda. Aunque para Christyan, personalmente, le queda por delante el reto personal, el reto de la montaña. Una vez descansado y más relajado en casa, Christyan quiso compartir una carta de agradecimiento en las redes sociales por lo vivido y la repercusión que ha tenido por todos los rincones de la provincia, incluso en medios nacionales e internacionales.
#AxarquíAlimite es un equipo con cara visible en Christyan, pero con gente detrás luchando y apoyando esta locura solidaria con Antonio Jiménez cono director de carrera; Adrián Márquez como responsable de Logística y Colaboraciones; y Manu Ruiz y Curro Silva como técnicos audiovisuales, a los que ha sentido en todo momento muy de cerca. Agradece en todo esto también a los patrocinadores por apoyar y hacer posible estas pruebas, principalmente en este caso a Bicitecnia. A todos los medios de comunicación tanto locales, como provinciales, prensa, radio y televisión. A la Mancomunidad de Municipios Costa del Sol Axarquía por abrir sus puertas y tratarlos como en casa. A todos mis familiares, amigos, sus compañeros en el partido socialista, y los que estuvieron pendientes al progreso del reto, con mensajes de ánimo. A MITlab Biomecánica, fisioterapia y asesoramiento deportivo con cuyo trabajo provocaron que después de tantos kilómetros, las piernas siguieran perfectas y pasados unos días volviera a los entrenos. A todos los que acompañaron en los distintos tramos, especialmente a los que afrontaron la parte más dura del recorrido y que si no es por ellos, comenta, hubiese sido mucho peor.
Se acuerda, como no, de su padre, Antonio Cruz García, cuya lucha contra el cáncer empujó a estas hazañas a su hijo y, aunque en esta ocasión no pudo estar presente, notaba en cada momento su empuje, al igual que hizo en los entrenos previos. También presentes su madre Susana, su hermano José… su sobrino recién nacido… Sólo le sale la palabra gracias de la boca, al igual que a nosotros por su testimonio.
Él sabe que esta vez la montaña lo paró hacia el reto, pero no así lo importante, que es seguir fomentando sonrisas para esos niños de oncología, Eso sí, ya piensa en #axarquiALimite 2017 que llegará con nuevos proyectos e ilusión; como él dice, un nuevo reto solidario y una deuda pendiente… Porque el reto se ha convertido ahora ya en algo personal.
Y un servidor estará encantado de seguirlo y contarlo. Ánimo Christyan. Eres grande, crack. Un lujo contar historias como la tuya. Estaremos, tenlo por seguro, cerca del AxarquiALimite 2017. A seguir sacando jugo a la vida. Qué mejor manera de comenzar nuestros artículos de deporte en este año 2017 que con deportistas locales como Christyan. Feliz año a todos.
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