Si en la anterior entrega nos centramos en la parte superior del cuerpo, siguiendo con el equipamiento para practicar senderismo, vamos a ocuparnos en ésta del tren inferior, concretamente de los pantalones para senderismo.
Y puestos a adquirir unos, nos surgen algunas preguntas previas que son las que debemos resolver con antelación a su compra. ¿QUÉ NECESITO? ¿PARA QUÉ LOS VOY A UTILIZAR? ¿CUAL ES MI PRESUPUESTO?
Con éstas premisas bien claras, los factores principales a tener en cuenta serán:
Comodidad
En cuanto a la composición de los pantalones, tenemos que volver a desterrar de nuestra elección el algodón, por su capacidad de absorción de humedad/agua. Por ello, los compuestos que se suelen utilizar son poliésteres y poliamidas, con propiedades térmicas excelentes y cómo no, transpirabilidad.
Importante también a tener en cuenta la repelencia al agua, la capacidad de secado y la elasticidad. Se suelen utilizar pantalones de tipo strech (estrechos) con cintura con inserciones elásticas y con los bajos ajustables, que se adaptan mejor a nuestra anatomía y evitan enganches con rocas, salientes, plantas y arbustos. Deben tener bolsillos con cremallera o cierres para que no se pierdan las cosas.
Durabilidad
Sería importante que estuviesen confeccionados por costura plegada triple o cómo mínimo doble (no está de más inspeccionarlos por la zona interior y también mirar las costuras). Deben poseer una buena relación resistencia-peso así como zonas de refuerzos en los bajos, parte trasera y rodillas preformadas (marcan una curva conseguida con costuras para facilitar la flexión), que evitarán su rápido deterioro por abrasión, perforación y/o desgarro. así como zonas de refuerzos en los bajos, que son zonas de mucha fricción con las botas y el terreno.
Multifuncionalidad
Si lo que vamos a hacer es una pequeña caminata en un recorrido muy suave y firme, pues casi con cualquier pantalón nos sirve. Pero hay pantalones específicos de verano, de invierno y de “entretiempo”, muy polivalentes y que serán casi con toda probabilidad por los que nos debamos decidir. Incluso existen pantalones desmontables, con cierres o broches auto-presión que permiten que se saquen de manera muy fácil.
Podríamos volver incluso poner en práctica la teoría de capas, ya que en climas muy fríos y con climatología muy cambiante, se puede utilizar debajo de los pantalones una malla térmica que nos aísle más del exterior.
Como último, una prueba de los mismos colocándonos en diversas posturas para comprometer su adaptabilidad a nuestro cuerpo sería interesante.
En cualquier caso, la lógica y el presupuesto suelen mandar. Y no está de más asesorarse por los vendedores de las tiendas especializadas.
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