A lo largo de nuestra historia, la sociedad ha sido antropocéntrica quedando el sexo femenino en segundo lugar. La educación tradicional está basada en estereotipos y roles que siguen el sexo femenino y el masculino. Estos roles dividen la sociedad según sus funciones y comunican a ambos sexos que es lo que está bien ser y lo que no anulando la voluntad de muchos, sobre todo mujeres, que pensaban diferente. Tras la lucha de muchas mujeres se ha conseguido transmitir la necesidad de una sociedad igualitaria. Esto nos dice que la sociedad quiere cambiar, pero detrás de ese esfuerzo seguimos transmitiendo esa diferenciación entre géneros sin darnos cuenta, los llamados roles de género. Principalmente los niños aprenden esa diferenciación con la familia desde muy pequeños y más tarde en la escuela. Por ello es tan importante destacar la necesidad de implantar una educación igualitaria y que los niños crezcan aprendiendo sin prejuicios ya sea del género o raza que sea. La educación debe de dar libertad a las personas de ser como se quiera ser además de aportar las mismas oportunidades sin diferenciación alguna, necesitamos una educación coeducativa.
El término “coeducación” es utilizado comúnmente para referirse a la educación conjunta de dos o más grupos de población distintos: grupos formados sobre la base de características de diversos tipos –clase social, etnia, etc.-, su uso habitual hace referencia a la educación conjunta de dos colectivos humanos específicos: los hombres y las mujeres.
Es importante explicar de donde nacen las diferenciaciones entre el hombre y la mujer. Estamos hablando de los estereotipos de género que son categorías amplias que reflejan nuestras impresiones y creencias generales acerca de las mujeres y hombres. Según estudios realizados a universitarios de 30 países, los hombres son considerados dominantes, independientes, agresivos, orientados hacia metas y persistentes, mientras que las mujeres son consideradas afectuosas, autoestima baja, con necesidad de afiliación y más útiles en momentos de angustia. Es decir que es la imagen o idea aceptada en un grupo, la forma de percibir y tratar a la gente de acuerdo a su sexo con diferentes prejuicios o ideas ya preconcebidas, como por ejemplo: los hombres no lloran.
¿En qué momento los niños empiezan a tener estereotipos de género?, un reciente estudio observó el grado en que los niños de diferentes edades y sus madres manifestaban estereotipos de género. Este estudio nos dice que aunque los adultos no manifiesten de forma explícita los estereotipos de género, sí les proporcionan al niño información sobre género al categorizar, etiquetar y comparar a mujeres y hombres. Esto nos corrobora que la igualdad empieza en casa.
Cuando los niños entran en la escuela primaria ya poseen conocimientos sobre las actividades que realizan las mujeres y los hombres. Hasta los 7 u 8 años el concepto es amplio porque los niños no reconocen las diferencias individuales de la masculinidad y la feminidad, con solo 5 años, los niños entienden que los niños son más poderosos y en términos más negativos, malvados, y las niñas son agradables (Miller y Ruble, 2005).
Los roles determinan acciones y comprenden las expectativas y normas que una sociedad establece sobre cómo debe actuar y sentir una persona en función de que sea mujer u hombre, prefigurando, así, una posición en la estructura social y representando unas funciones que se atribuyen y que son asumidas diferencialmente por mujeres y hombres.
- Hay 3 elementos básicos en cuanto al género, que son:
Asignación de género: Se da desde el momento del nacimiento por los órganos genitales. - Identidad de género: Son los aspectos biológicos y psicológicos que se establecen desde los primeros años de vida.
- Rol de género: Conjunto de normas establecidas socialmente para cada sexo.
Desde muy temprano, la familia va estimulando el sistema de diferenciación de valores y normas entre ambos sexos, asentando así tanto la identidad como el rol de género. Las reglas sociales van deslindando las expectativas relacionadas con los roles que las personas deben asumir, la idea que se tiene sobre el rol de padre, madre, esposa o esposo, está condicionada en gran medida por la sociedad de la cual somos resultado.
La coeducación supone modelos de enseñanzas que afectan tanto a la educación de las niñas como a la de los niños. El colegio es unos de los pilares donde se sustenta la formación en valores, la coeducación es materia obligatoria en el curriculum escolar la implicación del profesorado para la creación de actividades que fomenten el dialogo, la tolerancia y respeto es fundamental para eliminar los estereotipos diferenciados. Es necesario trabajar para que ellos y ellas de manera crítica se den cuenta y comprendan que ocurren cosas injustas y que tenemos que trabajar juntos para conseguir lo contrario que es una igualdad real. Para que sea efectivo el trabajo en el aula es necesario que toda la sociedad se implique.
Podemos decir que la escuela es uno de las primeras instituciones socializadoras que nos encontramos, los niños son prácticamente de una naturaleza pura cuando asisten al colegio, si partimos de la idea de que las mujeres y los hombres realizaremos funciones diferentes en el futuro, es lógico que se piense que la educación tiene que ser diferente que así ha sido durante todos estos años, pero hoy no se piensa así, se piensa que los hombres y las mujeres (después de muchos años de lucha) tendremos o podemos tener el mismo destino social, tenemos derecho a ello. Naturalmente si las puertas que se pueden abrir son las mismas, la educación debe de ser la misma, esta va a transmitirle las formas de socialización a los que todavía conocen muy poco de la sociedad (nada más lo que sus padres le han transmitido) para que nazca desde la raíz de las personas la aceptación de sus iguales, a los que cuando se hagan adultos le transmitirán a sus hijos o mejor dicho, no le transmitirán los estereotipos creados por una sociedad discriminatoria. Esos futuros hijos de los niños de hoy crecerán siendo lo que ellos en esencia son, personas.
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