Después de consultar con el espíritu de mi bisabuelo, hablé con mi tío.
—Te ofrezco trabajo aquí en la ciudad y ganarás el doble o el triple de lo que ganas ahora.
—Estás de guasa, ¿no?
—Coge el viejo diccionario del bisabuelo-dije, mientras iba a por el papel aclaratorio que encontré en una de sus pastas cuando se cayó el día de la mudanza.
—Este papel lo encontré dentro de una de las pastas del diccionario. Fue una casualidad, el diccionario se cayó y la pasta se despegó- ¡Lee!-ordené.
—¿Es esto cierto?
—¿Cómo crees que resolví cinco de los casos que tengo anotados en mi bloc? Me ayudó el bisabuelo. Dice, que he abierto una puerta al pasado y tengo opción a entrar a través de él- Podremos resolver todos los casos que se nos presente sin movernos de casa.
—¿Tú cómo lo harías? –preguntó bastante nervioso.
—Aquí está el periódico de hoy. Busca la noticia más impactante. Venían: un robo a una sucursal bancaria, un asesinato de género, varios accidentes de tráfico y la desaparición de un montañero. ¿Puedes elegir!, el bisabuelo lo resolverá.
—El del robo, por supuesto. Las entidades bancarias, están cubiertas por un seguro, se pone uno en contacto con el seguro a través de internet y se averigua la cuantía de la recompensa.
Por la noche me puse en contacto con mi bisabuelo y me lo solucionó en un periquete.
—¿Qué has averiguado? –preguntó mi tío intrigado por la mañana.
—¡Todo!-exclamé -. El montañero se encuentra en el interior de una cueva cuya entrada está tapada por la nieve a causa de un alud. Le quedan pocas provisiones, pero puede aguantar un par de días más. El bisabuelo me conto que a la cueva se la conoce como:”la cueva del oso”. Los ladrones del banco están escondidos en los sótanos de una vieja fábrica a las afueras de la ciudad. Ya puedes entrar en internet y comunicarte con la policía.
Eso hizo. En el telediario de las tres salió la información.
—Gracias a la colaboración de un ciudadano anónimo y al equipo de montaña de la guardia civil, se pudo rescatar al montañero desaparecido.
Tenía síntomas de hipotermia, pero en general, su estado de salud era bueno. Quedó ingresado en observación para efectuarle algunas pruebas.
El mismo ciudadano desveló el escondrijo de los ladrones del banco. Fueron apresados sin oponer resistencia. El botín se recuperó en su totalidad. Las dos informaciones recibidas iban con el seudónimo de “El detective de las 24 horas” . Posee una página en internet que pueden visitar (lo del seudónimo fue idea mía).
—Si la compañía de papá tuviera algún caso importante, les cobras un diez por ciento, son unos rascas.
—Peto, ¿qué le dijiste a tu tío para ponerle tan contento? A mí no me quiso decir nada. Me dijo que tú me lo contarías –preguntó la señorita Carmen por teléfono.
—Le convencí para quedarse a vivir aquí, así le tendrías todos los días.
-Eres un cielo.
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