De nombre científico, Armadillidium vulgare, la cochinita común, es un Crustáceo terrestre del grupo de los Isópodos, familia Armadillidiidae, de mediano tamaño, llegando a alcanzar los 18 mm de longitud. Como el resto de las “cochinillas”, es de forma ovalada, moderadamente aplanada por su parte dorsal, con el cuerpo aproximadamente el doble de largo que de ancho. La mayoría de los individuos presentan una coloración gris oscuro no brillante (gris pizarra), aunque a veces puede presentar pigmentaciones marrones o rojizas. El escutelo es amplio, pero no se proyecta por encima de la cabeza. Presenta dos pares de antenas, aunque uno de ellos es casi inapreciable. El tórax se divide en 7 segmentos visibles, con siete pares de patas. Puede distinguirse de otros isópodos terrestres por sus antenas, claramente visibles, que sobresalen cuando se enrolla “como una pelota” (fenómeno de volvación). Así mismo, los pereiópodos (“patas”) son relativamente cortos, y no se observan en vista dorsal. En comparación con otras especies del mismo género, A. vulgare es más grande, y tiene una cutícula más gruesa, lo que puede contribuir a su mayor resistencia a la desecación.
Hábitat. Especie de hábitos nocturnos y omnívoros, se alimenta principalmente de materia en descomposición. Ligada a zonas húmedas, muestra una gran plasticidad para adaptarse a nuevos hábitats, pudiendo encontrarse en ambientes costeros, terrenos de cultivo, matorrales, bosques húmedos, pastizales, medios urbanizados, etc. Puede entrar en estado de latencia para soportar el invierno. Especie omnívora de gran tamaño. Se alimenta principalmente de la materia vegetal en descomposición. Especie de gran plasticidad adaptativa, aunque ligada a zonas húmedas donde encuentra su óptimo desarrollo. Arenales costeros, terrenos de cultivos y zonas verdes de origen antrópico, zonas de matorral xerofítico del piso basal, matorrales de ambientes montanos y de cumbre, pinares, bosques montanos húmedos, pastizales y herbazales de ambientes alterados, medio subterráneo e incluso zonas urbanizadas. Tiene un ciclo de vida de aproximadamente 3 años. Si las condiciones bioclimáticas son buenas pueden tener dos generaciones al año. Tienen un pico reproductivo en la primavera y un segundo, menos relevante, durante el otoño.
Origen y distribución. Originaria del Mediterráneo oriental, actualmente se encuentra ampliamente extendida, introduciéndose accidentalmente, asociada a la agricultura, por tierras contaminadas con huevos, larvas o adultos de esta especie. En la Península Ibérica se considera una especie alóctona, pero en las islas Canarias tiene un comportamiento invasor, al invadir espacios naturales protegidos y provocar desplazamientos de especies autóctonas. Presente en gran parte de la comarca de la Axarquía, refugiándose bajo la hojarasca y las piedras durante el día, mostrándose abiertamente de noche y tras días lluviosos. Aunque oficialmente no se considera invasora en Andalucía, consideramos que tiene una gran potencialidad invasora y por ello la incluimos en este catálogo.
Carácter invasor. La especie presenta un comportamiento expansivo, ocupando todo tipo de hábitat, presenta una gran plasticidad adaptativa, lo que dificulta su control Presenta una dispersión ligada a la actividad humana, ocupando generalmente zonas perturbadas. No obstante, en determinadas condiciones invade áreas naturales, ocupando nichos similares a especies autóctonas con las que compite Impacto ecológico: 1) Provoca alteraciones en la estructura de la vegetación, en los patrones sucesionales naturales de la vegetación autóctona y en la abundancia relativa de especies. 2) Puede competir por el espacio y los recursos con especies de isópodos nativas. Impacto económico: 1) Puede llegar a ser una plaga de cultivos de siembra directa., principalmente en los cultivos de soja, colza y girasol.
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