De nombre científico Procyon lotor, el mapache es un Mamífero Carnívoro, de la familia Procyonidae, con cabeza corta y ancha, orejas puntiagudas y separadas, hocico corto y apuntado y cola peluda; tiene cinco dedos alargados y móviles en cada extremidad (dejan una huella similar a la humana); el cuerpo es rechoncho con un pelaje largo y denso; mide de 62 cm a 100 vm, incluyendo la cola, que oscila entre 20 y 40 cm, alcanzando los 16 kg de peso. Pelaje denso, con coloración general pardo- grisácea uniforme, un gris más claro en la parte ventral, con manchas negras características que rodean los ojos, como si el animal llevara un antifaz. La cola presenta un dibujo anillado, con seis o siete bandas pardo obscuras o negras
Hábitat. Su hábitat original son los bosques mixtos o caducifolios, junto a cursos de agua. De hábitos nocturnos, este carnívoro se han adaptado muy bien a vivir en áreas urbanas, donde se pueden alimentar de basuras y alimentos para las mascotas. Muchas veces entran dentro de los garajes o áticos en búsqueda de alimento. Cuando son acosados por los humanos o los animales domésticos, pueden presentar un carácter muy agresivo. Normalmente su actitud es indiferente y se limitan a observar la actividad humana con curiosidad.
Origen y distribución. Especie originaria de la región neártica, desde Canadá hasta Panamá. Desde el siglo XX, los mapaches también se extendieron por Europa, principalmente el Cáucaso, tras escapar de granjas peleteras. Actualmente se encuentra por Europa, Japón, Rusia, Armenia, Georgia y Azerbaijan. En España están apareciendo poblaciones incipientes y ejemplares dispersos. En los alrededores de Madrid hay poblaciones establecidas desde 2003, que se tratan de controlar. Existen poblaciones en Castilla la Mancha y también en Galicia. Se han detectado 5 ejemplares en la Comunidad Valenciana. También parecen haber aparecido en el País Vasco y se extrajeron 11 ejemplares cerca de Doñana en Andalucía. Se han localizado también algunos ejemplares en las Islas Baleares. En la provincia de Málaga se conocen algunas citas puntuales, sin poblaciones estables. En la Axarquía su presencia es anecdótica, muy puntual, pues hasta la fecha sólo se dispone de un registro en el año 2003, a partir de una fotografía de un ejemplar encontrado en las ramas de un Ficus en la localidad veleña de Benajarafe, seguramente una suelta o escape de una granja más o menos cercana. Sin embargo, nunca más se volvió a encontrar ejemplar alguno de esta especie. No obstante, la recogemos aquí como área probable, no sólo por este registro puntual sino por su cercanía de Málaga, en cuyo entorno se han encontrado algunos ejemplares sueltos.
Carácter invasor. Aunque sus poblaciones aún son pequeñas, no se puede ignorar el daño que pueden causar, ya que son animales voraces y oportunistas, capaces de cazar y depredar nidos de aves, para lo cual trepan por los árboles. Además, debido a su potencial colonizador pueden constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, ya que compiten en la naturaleza por el mismo nicho que los zorros europeos y los tejones. Por otra parte, una vez en libertad, fuera de sus ecosistemas originales, causan graves daños en los hábitats autóctonos, pues muestra una gran capacidad para adaptarse a diferentes condiciones ambientales y establecerse tanto en zonas naturales como urbanizadas. Para su control de propone realizar trampeos selectivos en vivo (las hay específicas para mapaches), y vigilancia mediante fototrampeo. Se considera imprescindible que la extracción de ejemplares se realice de forma sistemática y continua hasta su completa erradicación, ya que la realización de campañas intermitentes ha demostrado ser tan sólo un freno en la expansión de la especie, volviendo a ser colonizadas las zonas vaciadas por individuos de la periferia. También debe controlarse la comercialización y concienciar a la población.
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